Empezamos bien

Son las 7:58 am. Hace exactamente 58 minutos que empecé a trabajar.
Y ya he tenido dos altercados.
Odio los lunes.
Odio tener que pelearme con la testosterona descontrolada de mis jefes, con sus necesidades de hacer las cosas porque sí, “porque a mi me sale de no se donde”.
¿Todavía no se dieron cuenta de que esa es la más estúpida de las razones?. ¿Que esos motivos son los que los han llevado a este punto donde todo es números rojos?.
Se hacen socios para hacer “algo importante que reporte beneficios” y una vez en el ajo, lo único importante es la competición ridícula de dejar constancia quién es más estúpido. Que según sus valores se mide en ver quien tiene más cojones…
Cuando es patente que ninguno de los dos tiene lo que hay que tener para sacar adelante una empresa como es debido, que no son los cojones lo que importa sino la inteligencia, y como digo, aquí ha quedado demostrado que ninguno de los dos la tiene.
Necesito que Kronos se alíe conmigo, y le de para adelante al reloj, quiero que ya sea viernes por la tarde y no tener que volver aquí hasta el año que viene. Espero que en una semana me de tiempo de hacerme una armadura contra golpes de testosterona y masculinidad en el más primitivo de su estado.

15 días – Amor

En el balance del año, el grupo del amor, se podría decir que es positivo, pero que además de positivo, este año ha dado beneficios.
El año ha estado lleno de encuentros, re-encuentros, algunos desencuentros, distancias, separaciones… volver, quedarse, no acomodarse e irse de nuevo.
Esta ha sido la tónica del año.
Me ha dado tiempo durante las ausencias, durante los períodos vacíos de físico, de conocerme, de estudiar concienzudamente mi corazoncito, dedicarle tiempo, entenderle..
Puedo decir, a finales de año, que por fin sé el tipo de relación que quiero, el que puedo tener. Se acabaron las historias para no dormir, para estar en continúo sin vivir, para estar preocupada por lo que (el que tengo en frente) puede creer, puede pensar, puede querer.
Ahora quiero como yo quiero, no como a los demás les gustaría que les quisiera. He dejado atrás todas las inseguridades ante otras personas (da igual el sexo), he dejado atrás la intolerancia, la necesidad de saber todo en todo momento.
He entendido que nacemos solos, y que probablemente moriremos solos. La única opción que tenemos, es buscar a una persona que te acompañe mientras estemos por aquí, que te haga más ligera la carga, que te haga reir, y que ante una mirada suya, tu sepas que todo está bien. Independientemente de que no coincidas con él en algunas formas de pensar, en el gusto por algunas cosas, en la manera de afrontar la vida. Todo eso es secundario, es salvable, siempre y cuando haya amor.
He descubierto lo importante que es la libertad de espacio, de movimiento, en la relación. La importancia de un abrazo, aunque no haya palabras; la necesidad de la comunicación, aunque sea breve, en forma de telegrama; la aceptación de la pareja, de su forma de ser, de su forma de pensar, la imposibilidad del cambio en él. Él es de una manera, y si no te gusta porque no se ajusta a la imagen que te has creado en tu cabeza, la que está mal eres tú, no él.
He comprobado que puedo estar sola, que no necesito un “marido full time”, más bien, que no puedo vivir con un “marido full time”. Que yo no soy una chica estándar “la de ven más pronto que me siento sola”.
Estos doce meses me han servido para todo esto. Mientras tanto, el aprendizaje ha estado acompañado por grandes abrazos, por besos largos, por algunas discusiones, por algunas desilusiones, por grandes momentos de complicidad.
Finalmente, hoy, pienso que la pareja es tu mejor amigo, y que si esto no es así, mejor es tener una buena lejión de amantes donde cada uno te proporcione cada cosa que necesites.

15 días – Dinero

En el balance del año, el grupo del dinero es positivo, con algunos detalles.
Dentro de este grupo, meto también el trabajo, porque sin trabajo, yo al menos no he encontrado la manera de hacer dinero.
El trabajo durante todo el año ha sido estable. El primer semestre del año, tuve mucho trabajo, lo que reportó aumentos en mi cuenta corriente, aunque estuve escasa de tiempo para mí, para el ocio, que tanto me gusta. Esto me permitió saltar el charco, y pisar los EEUU. Fue un viaje interesantísimo, tanto que este año que entra estoy decidida a repetirlo.
También he hecho otros viajes con las colegas de akelarres.
La segunda parte del año fue más leve en cuanto al trabajo, lo que me ha dado la posibilidad de seguir en mi empeño con la formación para poder acceder a otros puestos de trabajo donde el aprendizaje continúe.
Quizás ese sea el único “pero” al puesto en el que me encuentro: que ya no voy a aprender más, ya no puedo seguir promocionando. Por eso el próximo año, me plantearé seriamente cambiar.
Los gastos han sido cuantiosos, debido a la compra de la casa, principalmente. Pero aún así, han sido necesarios.
De modo que para el año que entra no me resta más que seguir trabajando para poder permitirme lo mismo que este.

15 días – Salud

Quedan 15 días solamente para que acabe el año.
Y me parece que va llegando la hora de que empiece a hacer el inevitable balance de año.
El balance del año es positivo.
Se pueden hacer tres grupos, como cuando te echan las cartas: la salud, el dinero y el amor.
En el grupo de la salud, también tengo un resultado positivo.
Tengo el alta médica, de un fantasma que me acompañaba desde hace años. Ya se ha ido de mi lado, y por fin empiezo a recuperar el sabor de las comidas, los olores, el apetito. La satisfación de un plato bien guisado. El deseo por comer algo, de repente.
He vuelto a cocinar para mí solamente, y he disfrutado haciéndolo.
Mi cuerpo agradece que le vuelva a tratar bien, y me premia mostrándome una imagen de mí que antes era incapaz de ver. Mi mente, por fin, también tiene el alta médica, y ya no me tortura con cosas que no son, con cosas que no están. Ya no me dan miedo los espejos.
Durante los últimos meses, he tenido que ir despertando algunos órganos que se hallaban dormidos, y en eso estoy en los últimos días. Veremos si el 2006 es el despertar definitivo de todo mi cuerpo.

Los vapores

Estos días aprovechando que tengo al primer invitado en mi nueva casa, estoy intentando lucirme con las artes culinarias (que tenía ciertamente abandonadas). He preparado cuidadosamente los menús, hice las compras pertinentes, y ya hace dos días que cocino. Estoy estrenando la cocina realmente.
Ayer el menú (que comeremos hoy) era ensalada de arroz y sopa de marisco.
Me di a la labor, disfrutando de nuevo de lo que es andar entre pucheros.
Al terminar de cocinar, me preparé un sandwich, un vaso de leche y me fui a ver “Motivos Personales”.
Justo cuando estaba lista para dar el primer bocado… ding dong…
Era mi nueva vecina, la del 3º Dcha. Noté cierto nerviosismo en sus manos.. ¿Estas cocinando?, fue su pregunta. Imaginen mi respuesta: No, acabo de terminar.
Al parecer los vapores de mis guisos se cuelan (no sé cómo) por su cocina, de forma que cada vez que enciendo un fuego ella lo nota.
La cuestión es: ¿Para qué me lo dice a mí?. ¿Por qué no habla directamente con el constructor?
Las posibles respuestas pueden ser:
1º que mi comida huela tan bien que quiera que la invite. La verdad, no me agrada nada que todo el edificio sepa qué y cuándo estoy cocinando.
2º quiere averiguar quién cocina exactamente para poder ver cómo se cuelan los vapores.
3º le molesta considerablemente, y de forma (no tan sutil) me pide que no cocine…
Como la respuesta correcta sea la última.. va lista, cuando vea/huela que esta noche voy a hacer coliflor al horno.

Dichos de mi pueblo

Donde trabajo, se puede decir que lo hago todo: contabilidad, mantenimiento industrial, gestión bancaria, contratos y despidos del personal… vamos, hasta la limpieza de la oficina.
En esta época, que aunque me guste mucho, no puedo dejar de ver que se rodea por una capa bien gruesa de mucha hipocresía y demagogia, los regalos por parte de los proveedores (que el resto del año se dedican a acosar telefónicamente a ésta que escribe reclamando pagos) empiezan a llegar. Algunos de ellos ni si quiera conocen a los “socios” o “jefes”, solo han visto sus firmas en los pagos. Pues ahora, llegan a la oficina los mencionados regalos, para ellos y para mí..
Tengo ahora mismo, cinco agendas para el 2006, más de cien bolígrafos, mecheros, llaveros.. todo tipo de cosas ridículas cuyo uso no proporciona ningún placer, y tengo también cuatro cajas de vino, con tres botellas por caja.
¿Saben que me trajeron a mí, y qué a los “jefes”?. Pues sí, adivinaron, para mí los cachibaches y para ellos el vino. El año pasado ya pasó así, pero yo aquí era una recién llegada y no me pareció normal que reclamara mi botella de vino, por muy buena pinta que tuviera. Este año, no paso por ahí, este año o todos tomamos vino, o me lo llevo yo y ellos ni se enteran que llegaron las botellas.
Así que:

o jugamos todos o rompemos la baraja

Explicación y Aplicación

Explicación del uso de la frase:
no hay mal que por bien no venga
Explicación-Caso práctico:
Lo que en un principio se traduce en una estafa en cubierta por parte de una gran empresa aérea, que se va a notar en tu cuenta bancaria, y en el humor de ha de acompañarte mientras te acuerdes; puede dar un giro de 180º para convertirse en una visita inesperada, una alegría imposible de disimular, que las ganas te ahoguen… y que te olvides de la putada que te había hecho Iberia.
Aplicación:
Entonces, en este caso es cuando decimos: No hay mal que por bien no venga.

Y yo hoy, lo estoy diciendo todo el rato.

De carne y hueso

Hoy me haces falta
En cada pedacito de la almohada
En la terrible anchura de mi cama
Hoy me haces falta amor
En cada palpitar del corazon
Hoy me haces falta
Igual que ayer y en cada dia que pasa
En el concierto el sabado en la plaza
Hoy me haces falta amor
En el mensaje en el contestador
Y al otro lado de la noche
Mi alma se enfrenta al horizonte
Y abre las alas, cruza las aguas
Llega al camino que te esconde
Hoy me haces falta amor
De carne y hueso me haces falta amor

De carne y hueso/Edgar Oceransky
Abandoné el sofá envuelta en una manta mágica, que en cuanto me tapa me provoca el sueño.
Dando traspiés llegué a la cama, y en medio del sueño no me di cuenta de lo fría que estaba.
Desperté a las 6:00 am, como si tuviera que ir a trabajar. Tardé unos segundos en caer en la cuenta de que podría seguir calentita entre mis sábanas, mi quilt…
Segundos suficientes también para girarme sobre mi misma, pese a estar en una cama de dos cuerpos, y cerciorarme de que seguía sola.
Mi teléfono al otro lado, pero sigue mudo. Sé que esta etapa tiene fecha de caducidad, que estos sentimientos no se alargarán en el tiempo, pero aún no tengo las dosis de paciencia suficiente para poder pararme y respirar.
Y es que hay noches en que la necesidad de un cuerpo es mayor que la de respirar.

Dos vinos, tres cervezas…

Me gustan las noches que se convierten en fiesta.
Salir a ver a algún conocido, espaciar la charla, acompañarla con un vino…
De pronto te das cuenta que el tiempo pasa, y que no te da grima mirar el reloj, no hay pendientes que tengan más fuerzas que tus ganas.
¿Vamos a otro lado?: Vamos!!
Del vino pasamos a las cervezas, y sigues disfrutando del ambiente. Reflexionas sobre la importancia de los años, la diferencia de los estilos, la fuerza de la música. Das gracias por ya no tener los traumas típicos y comunes a los 20 años, por no tener que escudarte en la copa o en el cigarro para estar allí. Pedir una cerveza y tomarla siendo consciente del verdadero placer que produce beberla.
Después de un rato, haciendo tregua con tus principios, tu mente y tus gustos, no te molesta el reggeaton, y la oyes sin refunfuñar.
Se va acabando la charla, ha estado muy bien. Ha sido divertido. Volver a casa.
Fuera los zapatos, la ropa al tendedero, adiós al maquillaje, lavar los dientes.. Y a dormir.
Una cama vacía. Odio llegar a casa en estas noches y encontrarme la cama vacía. No puedo descansar hoy con la cama tan fría. No quiero que la noche acabe así.
Mejor me voy al sofá.

Conclusión??

Buenas vibraciones para 2006
La revista femenina francesa ‘Jalouse’ regala un vibrador y se agota en los kioskos

06-12-2005 JOSÉ MARÍA PATIÑO / CADENA SER – PARÍS

Era el objeto fetiche de las protagonistas de ‘Sexo en Nueva York’ y se ha convertido en el regalo inesperado de estas Navidades en Francia. El bimensual femenino ‘Jalouse’ –celosa- ha tenido la fantástica idea promocional de regalar a sus lectoras un pequeño “vibromasaje” por un euro más del precio habitual de la revista que en su número de diciembre-enero lleva un explícito titular en primera: “Good Vibrations 2006″

Esta ha sido una de las noticias que he leído hoy.
Y vaya, me ha dejado pensando.
¿Están las francesas tan insatisfechas y son tan tímidas?.
Yo pensaba que en Francia, las chicas eran más liberales, me refiero a que eso de tener una pareja para tener sexo pasó a la historia hace mucho mucho. Cuando se tiene hambre y nada en la nevera, se va uno al supermercado, pues lo mismo con el sexo, no?. Puede que actúen de esta manera, echando abajo mi teoría de que son tímidas, lo cual me deja una sola posibilidad: Están muy insatisfechas, y han perdido la esperanza de satisfacerse con otra persona (hombre o mujer).
Y si realmente están insatisfechas por qué no ir a cualquier sexshop y comprar con cabeza (tocando, evaluando y decidiendo), en lugar de aceptar un juguetito de una revista (que viene sin pila, para más inri) envuelto en una caja marrón??.
Parece que en esta vida, aunque hable francés, no voy a entender a los/las francesas. Veremos si en la próxima.