Las vistas de mi cocina

Los Reyes Magos me trajeron dos estupendas sillas para la cocina, así que ya puedo comer en la mesa.
Estas tardes en las que mi vida vuelve al pasado, la mesa de la cocina vuelve a ser el centro estratégico de operaciones. Encima de ella están extendidos, los planos, apuntes, el portátil… Siempre me ha gustado tomar bebidas calientes mientras trabajo, sobre todo en esta época del año, así también hago un “break”.
No sé si les conté que de frente, lo que tengo es un campo de fútbol.
Así que con una semana de trabajo de tarde me he quedado con los horarios de dicho campo.
Los primeros que llegan son los pequeñitos, de unos cuatro años. Es muy divertido verles entrenar, creo que este es uno de los motivos por los que mi reloj biológico ande atrasando y adelantando tiempo.
Luego los de seis años, luego los de once, luego los de quince.. y así toda la tarde. Por cierto éstos últimos son los peores, se pelean todo el rato, supongo que son las hormonas..
A eso de las ocho de la noche, vienen a entrenar los mayores, veteranos… no sé cómo llamarles, pero vamos, coetáneos a mí.
Nunca me interesó mucho el fútbol, pero creo que después de esta semana le estoy cogiendo afición. Es muy interesante verles jugar, no porque tengan las piernas muy bien formadas, el culo en su sitio, verles correr, o que resulte muy atractivo ver jugar con el balón a estos chicos. No, es interesante porque se puede estudiar sus parámetros de conducta, es decir, que mi interés es púramente científico.
Y esta semana que ha llovido casi todas las noches… Les daba igual, caían chuzos de punta, y ellos ahí bajo la lluvia, con la camiseta toda mojada, los pantalones pegados al cuepo, y el pelo revuelto por la cara…
Ya he sacado mi primera conclusión de este estudio: estos chicos tienen capacidad de sacrificio por algo que les levanta pasión, o bien que soportan el frío como si fueran osos polares.
Les seguiré contando las conclusiones que extraiga de dicho estudio, lo que ya les puedo adelantar es que tendré que invertir muchas horas en el período de observación.

Sin consuelo

Estos días, desgraciadamente, he tenido que vivir la tristeza de una familia que pierde a una persona. Todo fue rápido, todo pasó deprisa casi sin tiempo para darnos cuenta de que lo que pasaba era real.
Realmente yo conozco a parte de la familia, a la parte femenina. Hemos compartido viajes a Lanzarote, conciertos, almuerzos, cumpleaños.. Reuniones de todo tipo. Y todo ello por una persona muy allegada a mí que hace de nexo de unión. El caso es que han sido días duros.
Días en los que no he podido evitar ponerme en la piel de cada una de ellas, las cuatro hermanas que yo conozco, es muy duro. Y hay pocas cosas que se puedan hacer.
Cuando llegaron al tanatorio, al enfrentarme a ellas a ese momento, no pude hacer nada, solo ofrecer mis brazos y acogerlas en mi abrazo el tiempo que ellas quisieran, llorar con ellas, y dejarles mi hombro por tiempo indefinido.
No hay nada que puedas hacer para eliminar todo lo que sienten, para evitar que el daño sea mayor. No se puede hacer nada, y la sensación de impotencia es gigante.
Yo, ingeniera de vocación, necesito manuales para todo, y de un tiempo a esta parte me estoy encontrando que no hay. Que ante muchas situaciones lo único que te queda es el corazón y la esperanza de no estar equivocándote según vas haciendo las cosas.
Ayer, de nuevo, en el funeral, escuchaba atenta las palabras del sacerdote.. ¡Ojalá! que yo pudiera encontrar en sus palabras alguna luz, algún camino que seguir, algunas respuestas. No sé en qué momento pasó que la iglesia dejó de darme las respuestas que a mi me servían, el desencanto supongo que fue mútuo. Me alegro por las personas que en la fé encuentran el consuelo.
¿Lo peor de todo?. Es que no paro de pensar que esto mismo lo viviré yo con mis amigas. Y si con estas chicas lo sentí tanto aún cuando ni concocía a la persona en cuestión, ¿cómo será con ellas con las que tantos lazos de unión hay?.

El hipérico

Nombre vulgar: Hipérico, hierba de San Juan
Nombre científico: Hyperycum perforatum L.
Familia: Gutíferas
Hábitat: En los herbazales, bosques y prados.
Características: Hierba perenne de la familia de las Gutíferas de hasta 1 m. Tallos erectos con dos líneas laterales. Hojas de peciolo muy corto, con numerosas glándulas translucidas que dan la impresión de que la hoja esta agujereada. Flores amarillas de hasta 2 cm, generalmente con manchas en los pétalos.
Antidepresivo: Medicinal que más se viene destacando últimamente y una de las que más se ha investigado y discutido. La presencia de la hipericina le otorga propiedades antidepresivas en los casos de depresión leve. Esta substancia actúa en el organismo de manera similar a como lo hacen las drogas de síntesis sin presentar los inconvenientes de las mismas. Sin embargo, algunos estudios parecen orientarse últimamente hacia la hiperforina como principal componente determinante en esta propiedad.

Pues en vista de cómo me sentía ayer, hoy desayuné una capsulita de esta planta.
Supongo que en mí tiene más efecto placebo que otra cosa, es decir, que su efecto puede que sea púramente psicológico, pero ¿qué importa si a mí me sirve?.
El caso es que hoy me siento mejor, mucho mejor. Gracias por los abrazos, los recibí uno a uno y los disfruté mucho.

Sin fuerzas

Tres días durmiendo mucho, comiendo bien. Leyendo, viendo tele.
Tres días ¿anodinos?.
Y hoy, cuando se supone que debo estar con las pilas cargadas, dispuesta a comerme el mundo, con la fuerza suficiente para afrontar el quehacer cotidiano… me siento abatida, sin fuerzas, con pocas ganas de mirar al mundo, y dejando que éste me coma a bocados.
Estoy exahusta de no moverme, estoy cansada de tanto pensar.
Y hoy voy a dejar que el día se acabe así, me voy a dejar ir. Voy a darme el lujo de sentirme deprimida. Porque creo que tengo motivos, o porque no me apetece reponerme, nomás.
Me siento vacía, y algo dentro de mí que casi nunca habla, hoy se siente mudo, con ganas de decir mil cosas y sin la posibilidad de hacerlo.
Mañana veremos.

Ya vienen los Reyes!!!!

Esta noche es la noche…
Cada 5 de enero, me salen coletas y pecas, y me vuelvo a convertir en la nena de siete años que es incapaz de dormir porque en un momento los zapatos estarán llenos de paquetes…
Me acuerdo cuando era chica, mi compañero en todo era mi hermano, al que solo le saco un año y medio. Nos pasábamos toda la noche turnándonos para ir al baño, y así vigilar la puerta donde poníamos los zapatos y ver si ya habían llegado.
Los nervios se nos instalaban en el estómago, y se quedaba hecho un revoltijo toda la noche.
Luchábamos por mantener los ojos abiertos.. pero era muy difícil.
Y de repente, nos despertábamos, y ahí estaba todo. Qué emoción!!
Luego nos cambiamos de casa y llegaron mis otras dos hermanas.
Entonces ya el truco de ir al baño no nos servía, porque el camino, no pasaba de ninguna de las maneras por la puerta. Teníamos que esperar obligatoriamente hasta la madrugada. Pero igual era muy divertido.
Crecimos. Y entonces la noche de Reyes, se convirtió en una fiesta más para salir. Nos íbamos de marcha y al llegar (nunca antes de las 5 am) encontrábamos la escalera plagada de paquetes. Salíamos corriendo a despertar a las peques, y a desenvolver todo.
Solo un año me tocó estar fuera de casa para esta fecha, pero igual abrimos los regalos al mismo tiempo por teléfono. Además, creo que esa noche, logré traer de vuelta a un niño que hacía mucho tiempo se había perdido, y ahora también él espera ansioso la noche de Reyes.
Esta noche estaré en mi casa, y ahí con el niño éste que traje, abrirémos nuestros regalitos.
Luego me iré a mi casa, con mis padres y hermanos, para poder abrir con ellos los paquetillos que caigan por allí.
No tengo idea que traerán, pero seguro que cae algo, porque he sido un poco buena….
Espero que todos reciban algo, y mantengan la ilusión!

Ayer.. Hoy

Ayer, una lagrima se echó a volar
Y en tu barriguita se empezó a pintar
Un espacio nuevo entre tu piel y el mar
Ayer todo superó la realidad
Nada era mentira todo era verdad
Hojas secas te cubrían los pies
Ayer no habían más palabras que decir
De tu ombligo yo era un aprendiz
De tu cariñito el hombre más feliz

Ayer/Gian Marco
Ayer después de unas compras aceleradas con mi mamá, me quedé en el supermercado, porque ya me cansé de ver cómo llora la nevera, y oir el eco de los armarios de la cocina. Cuando estoy yo sola, estos ruidos me hacen compañía, pero estando acompañada, deduzco que esos sonidos son más bien de queja, de la necesidad de llenar los estómagos.
Me quedé en el super como digo, lista en mano, ojos avizores.. y venga a llenar el cesto. Tengo que decir que a mi me gusta mirar las cosas con cierto detenimiento, comparar los precios.. Mi radar de detección del menor precio se pone en marcha rápidamente, y encuentro siempre el producto que mejor se adapta a mi bolsillo. Me gusta hacer la compra sola.
Cuando ya estaba en la cola de la caja, llamada telefónica:
– Ya estoy. Sales ya?.
Y quince minutos más tarde ya estaba en el coche de camino a casa. En esa breve espera se cruzó un pensamiento por mi cabeza: El escenario es distinto pero los sentimientos, y las sensaciones son las mismas.
Unas horas más tarde, ya tenía organizados todos los menús de la semana, y la comida del día siguiente (hoy) al fuego. Mientras repasaba mentalmente las tareas marcadas, de nuevo el leve pensamiento anterior vuelve a aparecer, ahora con más fuerza para que realmente le preste atención.
Y sí. Sólo cambia el escenario, que a día de hoy, me gusta. Todo lo demás es igual, y me siento tranquila. Por casi primera vez desde que estoy aquí, sentí esta tranquilidad que da tener las cosas encauzadas, la seguridad de que ya no vendrán más cambios inesperados, que es posible que cambien algunas cosillas, pero que definitivamente mi vida no va a ser muy diferente de lo que es ahora.. Qué le voy a hacer, soy un animal de costumbres, y la intuición de la posible rutina, me da la tranquilidad que necesito para afrontar los cambios que se den.

.. Y yo con estos pelos!!

Pues llegó el 2006.
Me había prometido a mí misma que este año sería diferente, me hice cientos de propósitos nuevos para empezar el año con buen pie, y seguir así de manera ordenada todo el año, comer sano, dormir mucho, hacer mi trabajo diariamente para no tener rachas de estrés excesivo, arreglarme para venir al trabajo..
Bien, hoy día 2 de Enero.. Anoche me acosté tarde, con lo cual hoy no pude con el madrugón.. Me levanté justo 15 min antes de la hora de entrar al curro, no me dio tiempo a sacar el perro, no tengo preparada la comida de hoy, con lo cual me veo comiendo cualquier enlatado de los pocos que ya me quedan (lo que me recuerda que esta tarde tendré que salir a comprar provisiones); me puse lo primero que pillé, así que hoy de nuevo vine a trabajar con tenis, no me maquillé, tampoco desayuné..
Faltan solo tres días para que lleguen los Reyes Magos, que no vienen de Oriente, vienen previo pago con tarjeta visa en cualquier establecimiento, como es fácil adivinar, aún me faltan varios regalos que comprar..
En fin, que mi rutina diaria sigue siendo un caos, y yo sigo luchando por ponerle órden a este inevitable desorden. ¿Lo lograré algún día?.

El calvo de la loteria

Desde hace ocho años, el sorteo de lotería más famoso de este país, el que se celebra mañana día 22 de diciembre, lo anuncia un actor, del cual yo no sabía nada.
Sabía solamente que al menos en mí, conseguía captar toda mi atención. Cada vez que sale el anuncio en la tele, me quedo paralizada. Realmente no tiene nada especial, y al mismo tiempo supongo que lo tiene todo. Pero yo como digo, me quedo parada.
Es misterioso, atractivo, morboso, mágico.. No sé, pero a mi me gusta, y me gusta mucho.
Al parecer tiene prohibido las entrevistas, o anunciar otra cosa y cuando se pregunta por él, esto es lo que te responden: «Sentimos decirte que no podemos facilitarte más datos sobre el protagonista. Este personaje representa el espíritu de la Lotería de Navidad y, por lo tanto, su imagen es la de un ser carismático, mágico, envuelto en misterio… No podemos romper toda esa magia». Supongo que con todo eso que le ponen, consiguen lo que pretenden, y es que todo el mundo conozca a este personaje. Solo sabemos que se llama Clive Arrindell.
De momento dicen que este año, cada españolito de a pie, ha gastado una media de 140€ en números para el sorteo. Yo no he gastado nada, así que ya saben alguien por ahí ha gastado más de la cuenta. Aunque como estamos en Navidad y todo eso, la gente se vuelve generosa, y algún númerito sí que tengo.
Y hoy al igual que ayer, sigue lloviendo. Y por primera vez, estoy alegre por ello.
Ayer caminé bajo la lluvia durante más de media hora. Y me pareció que me llené de vida. Al llegar a casa había un charco enorme en frente. No lo pude resistir, nadie me miraba, metí los pies dentro del charco y salté tres veces. Llegué a casa llena de agua pero feliz feliz!

Los amigos

Hay muchos tipos de amigos.
Están los de siempre, esos que no necesitas excusas para llamarlos; los que no andan con rodeos para decirte las cosas; los que al final si están; con los que no necesitas reunirte para ponerlos al día de lo que te acontece, porque lo viven contigo cada día. Esos amigos son como la familia que uno elige.
Están los amigos por fuerza; esos que se forman ante la soledad; ante la obligación de compartir determinadas cosas: estudios, aficiones, trabajos. Con los que se habla alguna vez o ninguna, cuando el nexo de unión se termina. Pero quedan los buenos momentos compartidos, los recuerdos.
Están los amigos de fiestas, que son esos a los que llamas cuando quieres pasarlo bien, cuando sales de marcha, de acampada o de botellón. No se tiene nada en común más que las ganas de fiesta.
Están los amigos a medias. Esos con los que se siente una gran complicidad, se tiene la certeza de la buena compenetración, la intuición de lo que puede estar por venir; pero que aún es pronto para poder admitirlo con firmeza porque el tiempo no te dio todas las respuestas.
Están los amigos frustrados. Son esos con lo que se siente buen rollito, buena vibra, pero que de repente desaparecen, sin motivos, sin explicaciones.. ya no están. Se siente que si las cosas hubieran sido diferentes, se podría haber compartido un montón de ratos, de charlas, de sonrisas, algunas lágrimas… más o menos todo. Pero por cuestiones que no llegas a entender esta posibilidad de amistad se frustra. Algunas veces es el tiempo que juega en contra, otras son los malos entendidos, las malas interpretaciones, no poner las cosas claras cuando llegan las dudas; la actuación de personas varias, que se encuentran ajenas a la posible unión que se está fraguando y que por cuestiones incomprensibles se oponen y luchan hasta hacer abortar lo que estaba por crecer.
Supongo que todos hemos tenido algunos de estos amigos.
Yo hoy, puedo contar con varios dentro de cada grupo. A los que tengo cerca, los quiero y puedo demostrárselo cuando compartimos cualquier cosita. A los que tengo lejos, los quiero también; los quiero en silencio, y me enfado con las circunstancias por no poder hacerles llegar lo que siento, lo que me acuerdo de ellos, y los abrazos que se me quedan colgados en el cuerpo sin tener donde llegar.