Los huecos que rellena

Muchas veces al tejer, apoyo los codos en los muslos, haciéndose un huequito entre la pierna y el brazo, y ese huequito se queda vacío esperando que algo o alguien lo ocupe.
Troylo siempre está atento, y apenas apoyo los codos, se levanta de donde quiera que esté y mete por ahí su cabeza, apoyando también la misma sobre mi pierna.
Nos hemos acostumbrado a estar así. Yo tejo, y él descansa pegadito a mí.
Es agradable tejer en silencio, con la compañía de Troylo.
Desde que estoy aquí, estoy sin él.
Tengo vacío algún hueco más, aparte del que se forma cuando tejo.
En unos días, volveré a tejer mirando al Sur, con la cabeza de Troylo en el hueco que se forma entre mi codo y mi muslo, mientras, sigo tejiendo viendo capítulos sueltos del Internado.

My lunch partner

Hace varias semanas que ocupo un banco del paseo de La Garita a la hora de almorzar.
Las mismas semanas que vengo observando de lejos y muy tímidamente a un lagarto enorme. Se asoma a hacer lo mismo que hago yo con él, o sea observarme.
Las semanas han ido pasando, y a costa de observarnos de reojo cada día, hemos establecido una especie de vínculo: comer al Sol, varios días a la semana, une.
Le he puesto nombre: Juancho. Tengo un vago recuerdo de unos dibujos animados donde había un Lagarto Juancho. Es probable que nunca hayan existido estos dibujos y que sea producto de mi imaginación. De cualquier manera, creo que él se siente cómodo con el nombre.
Cuando llego, saco del bolso el tupper, y entonces empiezo a oír sus patas moverse, acercándose a una piedra más alta de forma que podamos observarnos cómodamente.
Mi tupper casi siempre contiene vegetales, él es un poco más carnívoro.
Mientras yo ingiero mis lechugas, él devora una o dos cucarachas, que supongo que ha cazado durante la mañana y las mantiene en un lugar fresco esperando la hora del almuerzo conmigo.
Ayer, otro lagarto, mucho más hostil, se acercó, supongo que o bien quiso apropiarse del botín de Juancho, o bien quería observarme. Como fuera, y con un par de movimientos rápidos y firmes, Juancho se impuso. El hostil huyó.

Nunca me han gustado mucho los reptiles. Con el tiempo, he dejado de lado esa especie de desagrado para mostrar solo desinterés. Creo que esto está cambiando, y al llegar el medio día, tengo ganas de verle aparecer, y observar qué tiene en su tupper cada día.

Contando y Des-contando

Llego al lunes con la sensación de las pilas recargadas. Me hacen falta, sabiendo la semana que me espera.
Ahora tengo doble trabajo, porque soy “tonta” pero eficiente, y entonces me hago el blanco perfecto para dispararme un marrón, saben con seguridad, que no voy a soltarlo, porque yo no soy la típica que dispara o suelta marrones.
Tengo las pilas cargadas, porque he pasado un fin de semana renovándome.
He cocinado fajitas para ocho.
He dado un paseo turístico por los Mercadonas de Las Palmas.. (cómo me gustan estos supermercados!!)
He tejijdo muchísimo, y he logrado acabar algunos pendientes.
Me enganché al Internado, y ya me he visto las dos primeras temporadas.
Me fui de verbena, en las fiestas de Marpe. Y disfruté de fuegos artificiales. Y esto es una absoluta novedad, porque no me suelen gustar, me suelen dar miedo, pero esta vez fue distinto.
Me duele el cuello, pero mereció la pena.
Tengo en la memoria el recuerdo de una de las mejores noches que he pasado este año.
Verbena, cerveza, perrito caliente, traca de preguntas, sorpresas de respuestas..
La semana se presenta agitada, pero yo estoy tranquila y positiva..
Y lo mejor, es que estoy des-contando días. En 4 días me subo al binter, y aterrizo en el terruño.
Me estoy preparando para el efecto que va a causar el equipaje que llevo esta vez.

Mis paseos


Menuda semana: En el curro me han tomado por tonta, en la calle me han encajado en un perfil que no me corresponde, y en las distancias cortas, aún me están pasando un haz de rayos gamma, a ver si me evalúan. A lo que a mí no me ha quedado otra, que darme un paseo.
Acabo de volver, de uno de esos garbeos por las profundidades, que tengo la insana costumbre de darme. Después de tantos años transitando por estas poco recomendables zonas, ya me las conozco, y poco atractivo tienen para mí, sin embargo, no puedo dejar de bajar. Supongo que he de anotarlo como otra de mis múltiples adicciones.
Pero ahora que estoy aquí, y que he podido mirarme de frente, por dentro, de perfil y de reojo,… pues ¡oye!, que no estoy tan mal. Que crean lo que quieran, igual y todo me conviene.

Delicious food

De mi nueva etapa por GC, estoy descubriendo sitios. Unos porque son nuevos, otros porque nadie me había indicado cómo llegar, y de todos es sabido, que yo me pierdo en una maceta.
De los sitios recientemente descubiertos, está el C.C. La Minilla. Es un sitio al que me es fácil llegar, aparcar, hacer la compra, y tomar algún enyesquito.
Ayer fue un día así.
Salir del curro tremendamente estresada y agobiada: uno no puede dar a entender hasta dónde es capaz de llegar, porque sobre la marcha se van a aprovechar.
Recogí a MyGirlfriend y a su mamá, y camino a La Minilla.
Nos tomamos una merienda a base de Pastela y café con leche.
Es una de las especialidades de la cafetería Delicious food. Que aparte del buen servicio cuenta con una cómoda terracita, que ayer mismo estaba amenizada con música clásica (una de las alternativas de ocio del CC).
La Pastela es una especie de empanada compuesta por una masa quebrada y rellena de pollo, frutos secos y especies. Es una bomba de sabor al paladar.

Por la mañana me quejaba de que últimamente no detectaba los sabores, después de esta degustación, he de decir que he encontrado la raíz del problema de mis papilas gustativas. Aparte de identificar los cuatro sabores típico, mis papilas son capaces de degustar el amor, cariño y dedicación que se pone al elaborar los platos, y de eso últimamente en mi tupper ha habido poco.
La pastela, la charla, y la compañía hicieron que mi día de estrés terminara con una merienda espectacular, y que se me olvidara, al menos por un rato, las calamidades del trabajo.

Gracias chicas!

Definiciones y acepciones

frustración.
(Del lat. frustratĭo, -ōnis).
1. f. Acción y efecto de frustrar.

frustrar.
(Del lat. frustrāre).
1. tr. Privar a alguien de lo que esperaba.
2. tr. Dejar sin efecto, malograr un intento. U. t. c. prnl.
3. tr. Der. Dejar sin efecto un propósito contra la intención de quien procura realizarlo. Frustrar un delito. U. t. c. prnl.

impotencia.
(Del lat. impotentĭa).
1. f. Falta de poder para hacer algo.
2. f. Incapacidad de engendrar o concebir.
3. f. Imposibilidad en el varón para realizar el coito.

impotente.
(Del lat. impŏtens, -entis).
1. adj. Que no tiene potencia.
2. adj. Incapaz de engendrar o concebir. U. t. c. s.
3. adj. Dicho de un varón: Incapaz de realizar el coito. U. t. c. s.

Iba a escribir cómo me siento hoy. A veces pasan cosas, ante las que me siento impotente o frustrada, por no poder hacer nada ante esas cosas que pasan..
Pero, me estoy dando cuenta, que según el diccionario de la RAE, usando estas palabras, no expreso lo que realmente quiero decir.
Empiezo a entender lo que dice Punset: el lenguaje, en lugar de aclarar, confunde.

Tubillete.com o Susestafas.com

Si no empiezo a sacar los sapos y culebras que tengo en el gaznate, porque me han colgado el teléfono, y no me han dejado sacarlos todos, voy a terminar reventando, y como miblog, siempre está para mí, aquí lo voy a soltar todito. Y si de paso, consigo que nadie más compre billetes en esta página, pues mucho mejor.
El lunes compré dos billetes online, en la paginademierda ésta. El martes me dispuse a mirar mis cuentas (cosa que no hago con mucha asiduidad, la depre se adueña de mí rápidamente, y yo tengo mucho glamour como para estar pendiente del dinero.. ainsss). Compruebo que me han cargado dos veces el importe de los susodichos billetes.
Llamo, una vez. No me resuelven nada.
Llamo, otra vez. “Tiene usted que mandar un mail con los datos de todo, y la solicitud del reembolso”.
Envío un mail. “Tiene usted que mandarnos el extracto de su banco”.
¿Cómo???
Llamo, otra vez, montando un pollo. “Es que el departamento en cuestión (que aún no sé cuál es) necesita un justificante para devolverle el dinero”.
No te jode, es que no ves que te lo has cobrado dos veces guapita???
Envío, otro mail. Justificante recortado por todos lados, donde solo se ve el cargo doble.
Y pasan los días, cuatro para ser exactos, y todavía hoy no tengo respuesta.
Llamo, otra vez. “Es que la persona que lleva ese departamento no está”
Me da igual que no esté, quiero mi cochino dinero, que para eso es mío, que lo gano ensuciándome todo el día poniendo bloques!!.
Qué hubiera pasado si no me doy cuenta de que me hacen el cargo doble??
Cuánto tiempo más voy a tener que esperar a que me devuelvan la pasta??
Y en medio de mi perorata, me suelta “estamos trabajando en ello” y me cuelga!!!!
Paso de llamar más, con lo que cuestan las llamadas, ya tengo para varios cafés.
Les he mandado un mail, donde he perdido los papeles y he dejado abierto el canal de mi ira.
Sé que ya hoy no harán nada, y que hasta la semana que viene no me darán la pasta, pero me da igual, yo ya estoy poniendo reclamación en consumo.
Y como que mañana es sábado y no tengo que trabajar, ahí en esa páginademierda, no vuelvo a comprar más!.

KAL, James, and Truths

Este mes de Julio en LPK hemos empezado un nuevo KAL. Los compromisos y obligaciones varias de esta semana me han impedido sentarme con alguna de ellas a tejerlo, así que voy avanzando en solitario, a la espera de ese momento en compañía.
El inicio me dio algún que otro dolor de cabeza, pero se arregló pronto, y voy avanzando sin novedad dentro de los charts. Tengo que decir que me está produciendo mucha satisfacción tejerlo, la lana es estupenda, y personalmente me tiene fascinada. Va cambiando de color de forma muy sutil y las rayas que se van formando te cogen prácticamente por sorpresa.
Estoy encantadísima con este proyecto.
Los medios días, me están dando para mucho. Cambiar de sitio, y comer y tejer mirando el mar, se podría incluir en cualquier anuncio de Mastercard.
A día de hoy, tengo otras cosas en las agujas, pero están semiolvidadas en sus respectivas bolsas, a la espera de la llegada de la motivación.
Tejiendo este revontuli, he descubierto a James Morrison, me tiene totalmente enganchada este último disco suyo (Songs for you, truths for me), con temas como “Save yourself” o “Nothing ever hurt like you”.
Tengo la casa llena de gente, que han venido en plan escuadrón de reparaciones, miedo me da llegar esta tarde a casa.
Mientras tanto, ando de confesiones, no dejando nada por dentro.
Y mientras tanto, me pregunto si dejar tanto al descubierto será bueno, o si al final tendré que sacar la gotita y empezar, de nuevo, a pegar pedazos.
Total, ya tengo mucha práctica.