Hoy, lunes, 3 de Diciembre de 2012, a punto de cumplir tus 16 meses y de cumplirse los dos años desde que la ilusión se hizo latido, te he dejado con abueba, para ir a una entrevista de trabajo trámite administrativo, con más frustración que ganas. Ha sido eso, un mero trámite. Creo que me llamaron porque se comprometieron a hacerlo, y muestro mi total y profundo agradecimiento a quien tiene mi teléfono, me recomienda y cree en mi.
En mi espera en la sala, busqué los nervios en la barriga, típicos ante un examen. No hallé nada más que preocupación por cómo estuvieras tu.
Pasamos al despacho, donde un veterano de profesión nos arengó sobre el ejercicio de la profesión libre, y el infortunio de esta, aún en ciernes, crisis… Yo puse cara de prestar atención, aunque en mi cabeza solo tenía la pregunta de si estarías viendo Caillou o ya te habrías camelado a la abuela.
Entonces, se nos informó del trabajo a ejecutar y del tiempo para hacerlo, no me asusté, acostumbrada a bregar con empresas mayores; y luego se nos comunicó el horario. Presté atención, mucha atención, me concentré en las horas, hice un cálculo mental de las horas y las raciones de leche que no iba a poder dedicarte, y ya no hizo falta saber el sueldo. Por un tiempo definido, no estoy dispuesta a destetarte.
Hemos estado pegadas todo este tiempo, hemos ido a medir, a presupuestar, y yo he sacrificado noches y siestas para entregar trabajos y proyectos, para ganar muy poquito, porque entre el Colegio y los impuestos, nos dejan apenas para las facturas, pero aún por eso lo hacemos.
Soy autónoma, y pago un buen de eurillos para poder seguir lactando, durmiendo contigo, despertarme contigo, y estar en cada una de tus horas, y si este trabajo fuera así, podría contemplar la posibilidad de acometerlo. Pero no siendo el caso, he cogido el teléfono y de buena manera he dicho que la oferta no es para nosotras.
Hay muchas cosas con las que siento ese miedo a “estaré haciendo lo correcto?”, “me tocará arrepentirme después?”.
Hoy sé, que siempre que te ponga a tí por delante, no hay cabida a dudas ni a arrepentimientos.
Te quiero Mariposita, y mientras tengamos lo que tenemos no nos va a faltar lechita.
Mi admiración… Lamariposita tiene mucha suerte…
Por sí te sirve te diré que has hecho lo más correcto,si te lo puedes permitir aunque sea sacrificando otras cosas ,en mi opinión has optado por la más importante.Te felicito madraza y te deseo que disfrutes todo el tiempo que puedas de tu mariposita porque los años que estas pasando no se repetirán y trabajo siempre habrá (ahora por las circunstancias menos)pero no durará toda la vida ,seguro que saldrán otras oportunidades.Un beso a las dos.
chacha… como puedo tuitear esto!!!!
Yo creo que has hecho lo correcto, hay que ser honesta con una misma y hacerlo bien desde un principio, ya que si lo aceptas no muy convencida, comenzarán los agobios, el extres, las vueltas a la cabeza, y terminarás dejándolo después de bastantes días con el peso encima.
Así que bajo mi punto de vista es mejor no comenzar el trabajo si no lo ves claro. Ganas en salud y tranquilidad mental.
Un abrazo 🙂
Ay, qué envidia me das… Me estrujo la cabeza pensando qué sé hacer yo, para no tener que volver al trabajo y que mi luna lunera se quede sin mí, y yo sin ella.
Que bella historia!! saludos.
Ains… que orgullosota me siento de ti y del granito minúsculo que quizás he puesto en tus decisiones…
:))
Q envidia me das! ojala yo pudiera hacer lo mismo 🙁
Algún día tu hija se emocionará leyendo estas palabras.