Hace casi dos años, me subí a una tarima, y hablé durante casi 40 minutos, de cómo una máquina que supuestamente había diseñado yo misma, podía cortar una finísima lámina de acero.
No fue un rato agradable, pero tampoco fue el peor de mi vida.
Hoy, casi dos años después (a falta de unas horas) tengo un papel en la mano, encabezado por el mismísimo Rey, que atestigua que puedo ingeniar lo que se me ocurra, que tengo autorización para hacerlo.
Puede no ser importante, puede que sea solo un paso más, puede que solo sirva para poder ganarme el pan y desarrollar un poco más alguna de las capacidades que tengo de “ingeniar”.
Es difícil estar fuera de casa y tener días como el de hoy.
Echar tanto de menos algo que se te corta la respiración.
Tragar nudos sin descanso, y sentir que no se digieren.
Ahora mismo, si pudiera crearía un dispositivo, que borrara horas, o días, o personas, o cosas…
Pero mucho me temo, que mi título no me capacita para tanto.
Nuca un titulo de tus post, o un post mismo me habia hecho reir tanto como este!!!
Tu no necesitas ningun titulo para saber que eres una "ingeniosa" nata!!!
Desde la primera vez que te ví físicamente y nos subimos en aquel avión rumbo a Chicago me quedé anonadada con tus explicaciones!
recuerdas??
a mi no se me olvidará en mi vida 😉
De todas formas, muchas felicidades por tener en tus manos ese papelito burrocrático que te acredita como buena INGENIERA!!!!!!!
Estoy con Rosa, tu no necesitas ningún título para saber que eres ingeniera de los piés a la cabeza … pero, como también comenta Rosa ¡felicidades! no todo el mundo tiene ese papel con lo que tienes que sentirte bien orgullosa …
un abrazo!
SIONA
Ains… pero aunque uno lo sepa… qué bien sabe tener ese papelito entre las manos!!!!! 🙂