Tres días con gripe sin poder quedarme en casa todo el tiempo y sudar.
My family ha estado pendiente, y cómo se agradece!!!, pero no puedo evitar echar de menos esos mimitos de madrugada que se acercan de puntillas a la cama, te dan un besito en la frente y te preguntan si estás bien… ainsss…
He aprovechado los momentos en los que la fiebre me daba algo de lucidez para seguir acolchando el quilt de Mónica, este quilt que se ha eternizado. El top lo hice muy rápido, y el quilting me pilló justo en agosto, dos veces me dio una especie de lipotimia mientras estaba debajo de él, así que lo guardé para acolchar solo en invierno. Este año estaba esperando a que llegara un poco más de frío, pero no sé si es por el cambio climático o porque realmente todo se enloqueció, pero aquí estamos, a finales de noviembre, y la temperatura no baja de los 25º, así que a acolchar con las ventanas abiertas y un buen ventilador.
La parte central del quilt tiene un acolchado en forma de flor de lis, cuyo patrón no recuerdo de donde saqué, pero la plantilla la hice yo misma. Cuando llegó el momento de empezar a acolchar los bordes me di cuenta de que tenía unas ganas horrorosas de terminar ya, así que me planteé la opción de acolchar en cuadrícula. Antes, pedí consejo a mi grupito de mujeres… Todas me aconsejaban lo mismo: el quilt es muy geométrico, así que necesitaba curvas en los bordes. Sabía que esto realzaría todo el trabajo, y que también se alargaría en el tiempo. No lo tuve que pensar mucho: un trabajo como este, que supongo que quedará en esa familia por siempre y como testimonio de lo que yo sentí y siento por Mónica, bien merecía el tiempo y el trabajo.
Ya parece que está dando coletazos, y es que me he prometido que no va a llegar otro invierno sin que su propietaria se tape con él. Me he puesto una meta, y cuando me lo propongo en firme, soy muy burrita, así que Mónica tendrá que traer una maleta extra para que se lo pueda llevar a su casa.
Hoy que ya la fiebre me dejaba prestar atención a otras cosas que no fueran los kleenex y el frenadol, he amenizado mis ratitos de quilting viendo películas, la primera fue La mariposa azul. Una historia típica, con moraleja. No la hubiera disfrutado tanto de no ser por las imágenes que me ofreció. Me encantan los insectos, y en esta película salen de todo tipo y de todo color, me encantó.
Hace unos días escribí que estaba waiting for butterflys… no sé por qué, pero cada día las siento más cerca.. closer and closer…. Me las imagino como la Morpho, de grandes alas y de un color azul intenso…
Y para rematar hoy ha entrado el tiempo previo a la Navidad en casa, ya tengo la típica plantita de Pascua.. a ver si consigo no matarla!
Bien que se merece el quilting extra porque te quedó un top precioso.
Y no veas la envidia que da pensar en estar en noviembre y acolchar con ventilador para las que acolchamos para que no se nos queden los pies congelados 😉
La flor de pascua me encanta, pero no las puedo comprar porque los gatos se las comen y son venenosas, así que tengo que admirarlas a larga distancia. Me gusta la tuya, es rosa?
hay niña pues a mejorarse!
que bonita la colcha, que orgullosa estará de ti y tus manos su propietaria
Besos
Ana
Como me gusta como te esta quedando la hunter star!!!!
la próxima para mi 😉
además acolchadita como tu solo sabes!!!
Creo que ya te lo comente en otro post, pero me reitero : QUE COLCHA MAS BONITA, es que me gusta todo, el motivo, los colores y seguro que el acolchado queda precioso!!! que suerte tiene tu amiga!!!
Yo estoy aprendiendo a acolchar y me resulta dificilisimo!