La semana pasada, Emma y yo cogimos nuestros atriles y nos fuimos a NuestroNorte. Nos predisponíamos a disfrutar de la primera escapada a solas, y con la previsión metereológica de nuestra parte. La idea era pasar toda la semana vacacional.
Al tiempo, aprovecharíamos para trabajar un poquito con ElGurú, ver a la sobrina más preciosa del mundo mundial, y alejarnos un poco de los virus que seguían pululando por casa de Maba. Las últimas noticias eran que IrisMari estaba también contagiada de varicela.
Así que nos fuimos, ella y yo, yo y ella.
Y ayer por la mañana, al despertarnos, me fijé que tenía un ronchita en la frente. A las horas, y con todas las señales de alarma activadas, le descubrí otra en la mano. No esperé un minuto más. De nuevo todo recogido, todo en el coche, y de nuevo para casa. No podía arriesgarme a que fuera realmente varicela, y tener a la sobri tan cerca, con menos de dos meses de vida.
Por el camino, no podía alejar de mí la frustración tan grande que sentía, que parecía que crecía según desandábamos los kilómetros. Da igual el empeño que ponga, y todo lo que me preocupe, a veces: shit happens.
Soy consciente, o creía que lo era, de cuáles son mis limitaciones como madre, no voy a poder protegerla de todo, no voy a poder planear todo. A veces, las cosas pasan, y da igual cómo te esfuerces en evitarlas.
La cuestión es que ayer estuve todo el día de mal humor, una mezcla de frustración-tristeza-enfado.
A 24h del momento crítico, Emma sigue igual, sin más ronchas, sin fiebre y sin rastro de ningún tipo de enfermedad. Falsa alarma, todo fue una falsa alarma.
Hoy venía dispuesta a vomitar todo esto aquí, pero entonces he descargado las fotos, y todo se ve distinto.
Cuando todo el mundo comienza a disfrutar de las vacaciones, nosotras las hemos acabado, esa era la sensación que tenía. Y qué equivocada estaba!
Para bien o para mal, soy autónoma, lo que tiene sus cosas malas, pero también tengo la suerte de no tener horarios. De momento nada nos impide coger el petate nuevamente el próximo lunes y plantarnos en NuestroNorte. Donde ya no habrá gente masificando la playa, ni poca agua corriente por el exceso de demanda. El Aguayre volverá a tener mesas libres, y en El Goloso, no tendrás que esperar mucho rato para tomarte tu café.
Y lo mejor de todo, es que aunque nuestra semana idílica y minuciosamente planeada, se haya visto interrumpida, no podemos perder de vista los días tan increíbles que hemos pasado. La playa era casi para nosotras solas, el tiempo estaba perfecto para disfrutar del frío Atlántico sin morir congeladas.
ElGurú nos preparó pastel con chocolate atemperado. Disfrutamos de nuestros almuerzos al tiempo en la terraza, se acabó lo de comer ella primero y yo después. Pintamos en el suelo, y ya tenemos casi claro en Y estuvimos solas en casa de Maba, donde todo tiene aire vintage. La casa de Maba en ElNorte, tiene los cajones y armarios llenos de tesoros, de restos de las casas de las abuelas, de los tíos abuelos… Hay momentos en que todo me parece absolutamente fotografiable.
En fin, con resposo, y un poco de perspectiva siento que todo está en su sitio, y que yo he aprendido una lección importante.
El otro día en la radio escuché la noticia de la vacuna de la varicela y me acordé de ti. Dicen que la van a buscar a Portugal! Parece algo de otros tiempos.
Ese postre con chocolate por arriba tiene pintaza y tienes una niña preciosa y con el pelo liso jajajajaja (recuerdo la conversación de rizos que tuvimos hace un tiempo!)
Un besote (que quedan 2 días de vacaciones)
Me alegro de que fuera una falsa alarma y como dices, podéis volver al Norte y pasar algún día más.
Me encantan esas fotos, refleja la armonía de vuestras vidas.
Ayyyyyy ese pastel chocolateado…..
Besitos y cuidaos!!!
🙂