Él era solo un niño,
de trenes sin destino,
buscaba su camino y de repente
algo cambió su vida en la estación.
Allí estaba ella,
única con pulseras,
con flores en el pelo y la sonrisa
comiéndole la cara con algodón.
Cuantos días, cuantos meses, cuantos años,
esperando que la vida lave todo el desengaño.
Cuantos días, cuantas nueces, veinte años,
separados no lograron apagar ese amor,
ese amor… ese amor
Nueces/Coti
He visto esta película un montón de veces. Y siempre me quedo con la misma sensación..
Se parece bastante a mi, a mis relaciones, a mis amores… Aparecen de repente, y casi nunca se quedan mucho tiempo.
¿Y si estoy condenada a perdernos y reencontrarnos?. ¿Y si mi vida está marcada por la salida o llegada de trenes? ¿Aviones? ¿Barcos?…
Si este es mi destino, tendré que vivir con ello. Pasaré el tiempo, comiendo nueces…
como saber si es el destino Violeta.
a veces no me gustaria tener tanta imaginación porque imagino las cosas como si hubieran sido de otra manera y aaaaah me asombro cuando vivo lo que es con lo que imaginé que debiera ser. No me quejo de la vida o más bien no me quiero quejar pero en verdad lo estoy haciendo. ¿Amar amar y seguir amando? pero a veces se vale quejarse ¿quien dice que no está permitido?
¿Te has fijado alguna vez que a veces vivimos inmersos en la banda sonora de otra película?
Es por este caso por lo que somos actores y actuantes de las vidas que en principio creemos que son nuestras.
Somos términos, principios y fines de nuestras causas y consecuencias.
Estamos en medio de todo, en medio de la nada.
Visiten mi bitácora, con el permiso de Violeta.
http://www.heliodoro.tk
Saludos cordiales.