Feaga, 2017, once again

Este año se celebró la XXXI edición de Feaga, la feria agrícola ganadera más importante de las islas, al menos eso es lo que dice la gente del Cabildo. Seguro que es cierto, si ellos lo dicen.
Para Emma fue la III edición, y fue igual de divertida que los años anteriores.
En cada edición se exponen nuevos animales, nuevas tecnologías agrícolas, y también nuevos productos.
Si vas a Feaga, vete dispuesto a probar el queso que se hace en todas las islas, los tomates de Tiscamanita, el aceite que se hace aquí, y por supuesto en degustar los vinos isleños. También vas a encontrar un montón de artesanía, y dulces de todo tipo, típicos de las islas.
Y por supuesto, el pabellón estrella: los animales. Sigo teniendo un montón de sentimientos encontrados con los concursos de ordeñe, y sigo pensando que no sé si me gustaría ver las reglas de estos concursos. Pero bueno, de esto, ya te hablé aquí. Y sigo pensando lo mismo.
Este año, hemos tenido una larga y enredada conversación Emma y yo. Ella quería adoptar a todas y cada una de las especies que vimos allí, con especial atención a los baifitos, los corderos y las gallinas de talla pequeña. Cada vez me cuesta más hacerle entender que en nuestra casa no podemos tenerlos. No sé qué me voy a inventar cuando nos vayamos a LaCasa. Porque allí si que se pueden tener, pero como que a mí no me apetece demasiado, la verdad. Estoy empezando a tomarme en serio eso que me dice de que ella quiere ser veterinaria.
En la exposición de gallinas estuvimos largo rato. Nuestro proveedor de huevos eco habitual, tenía allí una gran muestra de todas las especies de gallinas que tiene. Emma pudo satisfacer todas sus curiosidades sobre pollitos, huevos y gallos cantores. Allí concertamos una cita para hacer una visita guiada a la granja avícola. Con parada en incubadoras incluida. Emma estaba emocionadísima.
Y este año, ¡ay! este año. He tenido que compartir mi amor carneril. Me enamoré de uno aquí, y este enamoramiento ha ido afianzándose año tras año. No lo puedo evitar. Tampoco quiero, en realidad.
¿Tu has visto que lana tiene ese carnero? Y ¿sabes qué es lo mejor?. El dueño es un primo de mi madre. Ya estoy sacando las cardas y poniéndolas a punto. Sé que ahora tengo una ayudante excepcional.
Este año, y como novedad, había lana. Con un importante mensaje.
Aquí MiMariposita, desde que la vio, se vino corriendo a ver qué era esa tremenda montaña. Y mientras yo hablaba con mi vieja amiga Granjera, Emma aprovechó para aprender a tratar la lana. Lavarla, carmenarla y finalmente cardarla.
Dice que este año, a parte de los baifitos y los corderos, lo que más le gustó fue lavar la lana. Y así de paso, me está apremiando para que vayamos a la granja de este pariente para ver los corderos y traernos la lana.
Llevo tiempo bromeando con Loli, desde que estamos suscritas a la Taproot, sobre irnos a Maine, quien dice Maine dice El Roque o Teror, a cultivar zanahorias y papas, y a esquilar corderos. Después de esta visita a Feaga, creo que estamos preparadas, y que además contamos con ayudantes de altísimo nivel.

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