No he sido yo muy fan de Carlos Rivera. A ver, que tampoco es que lo haya escuchado demasiado. Le conocí por el Recuérdame de la peli Coco, y mas allá de eso, pues poco. Hasta esta semana, en que Oso Trava, lo trajo a su podcast.
Ya lo he nombrado varias veces, Cracks podcast es uno de los programas que no me pierdo semanalmente. Admiro profundamente a Oso y a su forma de entrevistar. Es fantástico, y trae gente bastante interesante también. Y no me paga… tampoco me cobra, que de momento el podcast sigue siendo gratis.
Bueno, pues la semana pasada trajo a Carlos Rivera. Casi dos horas de charla de la que me faltó tomar notas. El cantante cuenta cómo fue seleccionado para La Academia de México, que es el equivalente a nuestra Operación Triunfo, y todo su periplo para conseguir entrar en el musical del Rey León, y tal.
A mí lo que me llamó la atención fue la claridad que él tenía de que iba a estar dentro de la Academia, tanta claridad que se presentó al casting, lo pasó y lo rechazaron en la última fase porque no tenía los 18 años cumplidos. Primera desilusión, que no frustración.
Hubo repesca, y allá que se fue, y ¿sabes qué? Pues que aquí no superó ni la primera fase… rechazado de nuevo. Y aquí viene lo que me dejó parada escuchando. Salió con su “ok gracias” y al salir y ver la fila de nuevo, se volvió a colocar en ella.
Volvió a formar la cola, y a pasar otra vez por otro jurado, uno que le dijo sí, y que no sé cuantos meses después le dio la victoria de la edición.
En la charla cuenta que siempre supo que él iba a formar parte de aquello, y de que dentro de sí mismo, sabía que iba a ganar. Se había visualizado muchísimas veces haciéndose con el triunfo.
De todo el programa, me dejó noqueada la claridad y certeza. ¿Se puede vivir con tal certeza? Parece que sí, porque Carlos lo vivió, y también escuché a MiJohn decir algo similar como respuesta a la pregunta de qué le parecería vivir lo que ha vivido al John de 18 años, y la respuesta fue que: no estaría sorprendido, porque desde los 18 sabía que iba a vivir como estaba viviendo.
Yo no sé si esto solo le pasa a los cantantes/compositores.
Yo me he visto en una alfombra roja de Netflix, pero no tengo la certeza de que esto no lo haya inventado mi cerebro. De momento, cierro los ojos e imagino, y mi sueño no me parece ni tan irreal ni tan lejano.