Cuando era pequeña y tenía pesadillas, me iba corriendo a la cama de mis padres, allí todos los malos sueños, los miedos, las angustias…. todo, desaparecía. Anoche, el lado oscuro de la vida penetró en mis sueños, ni juntando todas mis fuerzas conseguí soltar un pequeño gritillo. Aún así, fue suficiente para que unos brazos fuertes, que siempre están al acecho, me sacaran del trance y me devolvieran a la realidad, donde afortunadamente el lado oscuro no tiene poder. Esta es la misión que me gustaría que tuvieran mis quilts.
Me encanta preparar nuevos proyectos. Elegir el diseño, las telas, la técnica…
En esta ocasión, el quilt será un regalo. Un regalo muy especial. Será para mi amiga Mónica, una majorera, que vive ahora mismo en Sevilla, y que por culpa de eso no podemos pasar tantos ratitos juntas como antes.
Este verano, Mónica dará el “si quiero”, delante de todos sus familiares y de toda la gente que ella y Jorge quieren. Entre quienes tengo el honor de estar yo. Hay veces en la vida que me encuentro muda, mis palabras no son capaces de expresar todo lo que siento. Así que de un tiempo a esta parte, cuando estas situaciones me asaltan, ingenio un diseño, elijo las telas, la técnica….
Intento personalizar los quilts, imprimirles mis sentimientos por la persona a la que se lo voy a entregar, y sobre todo, me empeño porque el propio quilt tenga personalidad, y que sea capaz de abrigar a todo el que se ponga debajo. Y que por supuesto se convierta en esos brazos fuertes que siempre estén al acecho.
Mónica, te quiero mucho, y espero que junto a Jorge descubras una nueva etapa de la vida. Que se quieran cada día un poquito más, y que por supuesto sean muy muy felices
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La pregunta y…. la respuesta
Entonces la ventana se abrió de par en par,
como antiguamente, y Peter Pan entró por ella.
Era un niño todavía, mientras ella era una persona mayor.
Se acurrucó al lado del fuego, y no se atrevía a moverse.
Se sentía culpable de ser ya una mujer.
James M. Barrie
Hace días que una pregunta me ronda la escoba, da vueltas alrededor de ella. Yo siento que necesita ser respondida pero aún no puedo hacerlo. Intento darle escobazos, espantarla, mirar para otro lado. Por momentos creo conseguirlo, pero en cuanto vuelvo a fijar la vista en las cerdas de mi escoba, ahí está.
Es inútil, no puedo huir de mis propias preguntas. ¿A qué le temo?, supongo que tanto la pregunta como la respuesta, las conozco perfectamente, pero no puedo afrontarlas. No puedo mirarme a los ojos y reconocerme con ellas. Aún es pronto. Quiero disfrutar un poquito más de esta ignorancia, de este sinsaber.
Porque preguntarme y responder, todo en cuestión de unos segundos, producirá un cambio de años en mí. Se esteblecerá un antes y un después de ese momento, y aún no estoy preparada para dar el salto, no quiero que el polvo de las hadas deje de funcionar en mí.
Por eso, aún duermo con un perro de peluche de color azul, y leo cuentos por la noche, y meto los dedos en la nocilla….
Al día siguiente,
insiste en preguntarme sin saber
que soy consciente
de que ella la conoce más que bien
pues esa otra es ella misma,
aquella niña de la cual me enamoré…
….Existen otros
Luis Quintana
Una muchachita de ojos verdes… que encontró su sitio
And I thank you
From bringing me here
For showing me home
For singing these tears
Finally I’ve found
That I belong here
Depeche Mode/Home
Y como cantaba Sabina, fue una noche después de un concierto cuando me di cuenta de quien era y a dónde pertenecía.
Fueron los “aquí estoy” de Ravelo, el “vivir” de Quintana, los “miedos” de de Paz…. Quise dar de comer a los “patos de la catedral” de Garriga, llevármelos a “la ciudad de los muertos”, que me dijo Serrano donde estaba. Más tarde vino Fermín y me dijo que con “un trozo de trapo”, yo sería feliz. Y vaya! cuánta razón tenía.
Así me di cuenta de quién era yo y de lo que realmente hacía aquí. Hasta ese momento me dedicaba a vagar por las calles, intentando buscar un no sé qué, que se me perdió no sé dónde y que necesitaba para no sé qué.