Violeta, ingeniera, hipotecada…

Esta semana ha sido una semana, extraña.

He estado sumergida en una montaña de papeles, facturas, contratos, planes generales, catálogos… creí que me ahogaría entre tanto papel. En un ataque de furia, me propuse salir a flote. Nadé, luché, peleé con ellos… y finalmente me hice con la batalla, salí triunfante y con un ascenso, como premio a mis esfuerzos.

Me invadió, entonces, desde la coronilla hasta los pies una oleada de seguridad y prepotencia, tan fuerte fue, que hice cosas que en estado normal sé conscientemente que no hubiera hecho, como suscribirme al maravillo y extenso club de los hipotecados, así es. Me he comprado un pisito. Dos habitaciones, cómodo salón, modesto cuarto de baño, y cocina con vistas al césped de uno de los tres campos de fútbol con los que cuenta este sitio. Al volver a mi estado natural caí en la cuenta de lo que había hecho. Intenté retrocer en mis actos, fui hasta la inmobiliaria y alegué que estaba bajo los efectos de mi propia arrogancia y bajo un estado de absoluto egocentrismo.. pero fue en vano. Así que en este punto, no he hecho otra cosa que intentar asumir las consecuencias de locura transitoria. Mi consuelo ahora es que tendré un espacio mío, que mientras friegue podré ver a los chicos que juegan al fútbol de forma profesional por aquí, y que mis futuros hijos jugarán al mismo juego con su papi mientras yo les preparo un bocadillo de nocilla, mirándoles por la ventana..

Estoy como en el anuncio…

Tus manos son mi caricia, mis acordes cotidianos,

te quiero porque tus manos, trabajan por la justicia.

Tus ojos son mi conjuro, contra una mala jornada,


te quiero por tu mirada, que mira y siembra futuro.

Si te quiero es porque sos, mi amor mi cómplice y todo,


y en la calle codo a codo, somos mucho más que dos.

Tu boca que es tuya y mía, tu boca no se equivoca,


te quiero porque tu boca sabe gritar rebeldía.

Porque amor no es aureola, ni candida moraleja,


y porque somos pareja que sabe que no está, sola.

Te quiero en mi paraíso, es decir que en mi país,


la gente viva feliz aunque no tengan permiso.



Te quiero/Mario Benedetti

Hoy siento que quiero a todo el mundo. Tengo algo en el pecho que parece que se va a salir. Me gusta sentirme así, pero más me gusta decir “te quiero”, mirando a los ojos, sintiendolo desde la coronilla hasta los pies, y no sentir vergüenza al decirlo.

Te quiero a ti, y a ti también, les quiero a ellos, les quiero a ustedes… quiero a todo el mundo!!!

Tengo un Troyano

Desde hace tiempo oigo hablar de estos individuos. Lejos de oir lindezas, la gente se refiere a ellos con desprecio, como si fueran parásitos o con miedo por los posibles daños que puedan causar dentro de tu vida virtual…

Ahora que convivo con uno de ellos he de decir que los sentimientos son extraños. Más que rabia, siento curiosidad. ¿Cómo será?, ¿Será él o ella?, ¿Para que usará mi pc?, ¡¡¡uis!! a ver si va a estar metido en todas las cosas que escribo….

O ¿Y si se ha metido en mis datos del banco?.. bueno eso no importaría mucho, para lo que hay…

Pero que leyera lo que escribo de forma personal… eso parece que me gusta menos.. aunque bueno, si por lo menos me dijera qué opina de ello…

Oye parece que ahora que pienso un poco las cosas, me estoy como enfadando (mira qué cosa!), a ver ¿A santo de qué se mete en mi casita?, y ¿Con qué permiso?, y encima sabrá todo de mí, y yo no sé ni de qué color es!!!, oye que me estoy poniendo mu’mala!!!

Nada, que se me ha quitado la curiosidad de golpe al verme totalmente despojada de intimidad. Ahora mismito me voy a darle dos patadas y a echarlo de aquí, ¿es que a esta gente nadie la ha educado? a ver!! qué es esto de entrar sin permiso en casa de alguien y coger todo lo que se le antoja!!!. Lo dicho, a ver cómo me deshago de él.

Estoy harta….

De la gente que grita;

De la gente que aparca en doble fila;

De la gente que no escucha;

De la gente que hace daño;

De la gente que escupe en la calle;

De la gente que lleva el perro sin correa;

De la gente que no te mira cuando hablas;

De la gente que no da los buenos días;

De la gente que no respeta las señales de tráfico;

De la gente que infringe las normas;

De los hipócritas;

De los demagogos;

De los celosos;

De los mentirosos;

De los falsos;

De los prepotentes;

De todos los que no me entienden….

Y no es que haya tenido un mal día, simplemente es que estoy harta.

La bruja que dicen que soy

Bruja, si aterrizas

con tu escoba

un día en mi balcón

ve con cuidado

yo disparo siempre al corazón.

En tus redes

no me atraparás como a un ratón

Bruja, aunque vengas

disfrazada de Marilyn Monroe.

Piénsatelo bien antes

de poner tu pie en mi balcón

no sea que tu escoba

me barra la alcoba

y me haga de bastón.

¿Qué van a decir todos

los que a ti Bruja te llaman?

si saben que besas, lloras,

te enamoras y me haces la cama.

No había debajo

del disfraz que te ponías tú

más que una niña

a la espera de algún príncipe azul.

Bruja/Joaquín Sabina

Me pregunto ¿Ya encontré el príncipe azul?, ¿Eres tú un príncipe?.

Si así fuera, no te precupes, mi escoba hará de bastón cuando lo necesites. Y por lo que digan o me llamen los demás…. se tendrán que preocupar ellos, no?.

Al menos, me vale el pensar que durante este tiempo, tú has sido mi príncipe, y yo tu bruja, verdad?

Se nos casa la peque!!!!

Llevamos una semanas de vértigo, preparando el bodorrio de la peque.

Es gracioso esto, porque por edad ella es mayor que yo y que Mary, sin embargo siempre la hemos mimado y tratado como la peque de esta familia postiza.

Nos juntamos en la guardería Bélgica, ella y yo, y aunque parezca mentira, aún seguimos juntas, muy juntas. La llevamos durante la EGB, durante el BUP, y luego hasta la Universidad; ¿chicas se acuerdan de las noches bajo el flexo, comiendo castañas asadas?. Jo! qué cantidad de recuerdos habitan en mi memoria.

Como cuando nos cambiamos al piso de Tomás Morales y tuvimos que llevarnos todos las cosas de Dunia, descubrimos en ese momento su obsesión por guardar los botes de champú; como cuando nos poníamos a comer y ella no podía evitar meter el tenedor en los platos de las demás; como las depres después de Navidad….. el viaje a Madrid; las compras en El Corte; el anotjo de gambas los sábados por la tarde; cuando nos perdimos por la Isleta; todos los descubrimientos del otro sexo…. uf!! chicas qué cantidad de cosas hemos compartido.

Y ahora la peque se nos casa… Llegó el momento con el que tanto ha soñado. Te deseamos que sea mil veces mejor a como lo pensaste.

Menos mal que estará solo a una llamada de teléfono, ¿verdad?.

Oye, si quieres ver tu regalo, visita la web de fotos.

Chiqui, que seas muy muy feliz.

Y ya sabes, para los niños nos tenemos que poner de acuerdo las cuatro!!!

Ese músculo que late

Llevo varios días pensando. Pensando profundamente, y ¿saben qué?, no llegué a ninguna conclusión.

He estado pensando en la necesidad que tengo como ser humano, como persona, de la compañía de otro ser humano, de otra persona.

Desde que tengo uso de razón, estoy estudiando. En la infancia, era porque si no sabías leer y escribir eras como un borrego; los que sean de mi generación recordaran aquel maravilloso programa de televisión llamado “La bola de cristal”, había un sketch en el que salía un rebaño de borregos, y decían: “si no quieres ser como estos, lee”; aquello se me clavó en la mente, y desde entonces devoro libros, lo que me ha sido muy útil para desenvolverme en la vida, para ser más curiosa y preguntar por todo…. pero no encontré en ningún libro la solución al desamor, a la dependencia de otro ser, a la necesidad de otro cuerpo… no obstante, no pierdo la esperanza de encontrar este gran secreto en algún volúmen que me quede por descubrir.

Luego pasé al bachiller, ahí la razón para seguir estudiando era seguir aumentando tus conocimientos, no encerrarte en la isla primero y en el archipiélago después. Tampoco durante estos años conseguí que los demás dejaran de hacerme daño con algún comentario, y tampoco pude eliminar mis necesidades de que me AMARAN, así con letras en mayúsculas.

Más tarde, llegó la hora de decidir qué iba a ser en la vida, como iba a dejar de depender económicamente de mis padres para desenvolverme yo sola, (qué bien sonaba esto!!!), y estudié, y me peleé con ecuaciones y fórmulas; y en mis ratos libres intentaba encontrar la solución a esos ratos melancólicos, a ese sentimiento de extrañar a alguien. Siempre sin frutos.

Finalmente, hay que estudiar para ser un buen profesional, para poder destacarte del montón de iguales a tí…. Y en este punto me encuentro, y ahora , me pregunto ¿Y todo esto para qué?, sigo siendo la misma persona frágil y sentida, que una palabra más alta que otra le hace daño; la misma que necesita que le digan que soy la flor del corazón de alguien; la misma que busca en los ojos del que tengo en frente la complicidad, el amor. La misma que cada noche mira a la Luna y le pide fuerzas y protección.

Toda la vida me la pasé estudiando, soy una buena profesional, y aún no encontré la medicina que he de dar a este músculo, feo y redondo que late dentro de mi metro y medio. Este músculo al que no le afectó que le dejara de alimentar y al que sin embargo la indiferencia, la soledad, y la angustia, hacen que de un momento a otro decida que ya no puede seguir latiendo.

A ver si alguien ha encontrado la medicina, me ofrezco voluntaria para fabricarla y darla gratuitamente a todos esos músculos que laten sin compás.