Ayer.. Hoy

Ayer, una lagrima se echó a volar
Y en tu barriguita se empezó a pintar
Un espacio nuevo entre tu piel y el mar
Ayer todo superó la realidad
Nada era mentira todo era verdad
Hojas secas te cubrían los pies
Ayer no habían más palabras que decir
De tu ombligo yo era un aprendiz
De tu cariñito el hombre más feliz

Ayer/Gian Marco
Ayer después de unas compras aceleradas con mi mamá, me quedé en el supermercado, porque ya me cansé de ver cómo llora la nevera, y oir el eco de los armarios de la cocina. Cuando estoy yo sola, estos ruidos me hacen compañía, pero estando acompañada, deduzco que esos sonidos son más bien de queja, de la necesidad de llenar los estómagos.
Me quedé en el super como digo, lista en mano, ojos avizores.. y venga a llenar el cesto. Tengo que decir que a mi me gusta mirar las cosas con cierto detenimiento, comparar los precios.. Mi radar de detección del menor precio se pone en marcha rápidamente, y encuentro siempre el producto que mejor se adapta a mi bolsillo. Me gusta hacer la compra sola.
Cuando ya estaba en la cola de la caja, llamada telefónica:
– Ya estoy. Sales ya?.
Y quince minutos más tarde ya estaba en el coche de camino a casa. En esa breve espera se cruzó un pensamiento por mi cabeza: El escenario es distinto pero los sentimientos, y las sensaciones son las mismas.
Unas horas más tarde, ya tenía organizados todos los menús de la semana, y la comida del día siguiente (hoy) al fuego. Mientras repasaba mentalmente las tareas marcadas, de nuevo el leve pensamiento anterior vuelve a aparecer, ahora con más fuerza para que realmente le preste atención.
Y sí. Sólo cambia el escenario, que a día de hoy, me gusta. Todo lo demás es igual, y me siento tranquila. Por casi primera vez desde que estoy aquí, sentí esta tranquilidad que da tener las cosas encauzadas, la seguridad de que ya no vendrán más cambios inesperados, que es posible que cambien algunas cosillas, pero que definitivamente mi vida no va a ser muy diferente de lo que es ahora.. Qué le voy a hacer, soy un animal de costumbres, y la intuición de la posible rutina, me da la tranquilidad que necesito para afrontar los cambios que se den.

.. Y yo con estos pelos!!

Pues llegó el 2006.
Me había prometido a mí misma que este año sería diferente, me hice cientos de propósitos nuevos para empezar el año con buen pie, y seguir así de manera ordenada todo el año, comer sano, dormir mucho, hacer mi trabajo diariamente para no tener rachas de estrés excesivo, arreglarme para venir al trabajo..
Bien, hoy día 2 de Enero.. Anoche me acosté tarde, con lo cual hoy no pude con el madrugón.. Me levanté justo 15 min antes de la hora de entrar al curro, no me dio tiempo a sacar el perro, no tengo preparada la comida de hoy, con lo cual me veo comiendo cualquier enlatado de los pocos que ya me quedan (lo que me recuerda que esta tarde tendré que salir a comprar provisiones); me puse lo primero que pillé, así que hoy de nuevo vine a trabajar con tenis, no me maquillé, tampoco desayuné..
Faltan solo tres días para que lleguen los Reyes Magos, que no vienen de Oriente, vienen previo pago con tarjeta visa en cualquier establecimiento, como es fácil adivinar, aún me faltan varios regalos que comprar..
En fin, que mi rutina diaria sigue siendo un caos, y yo sigo luchando por ponerle órden a este inevitable desorden. ¿Lo lograré algún día?.

El calvo de la loteria

Desde hace ocho años, el sorteo de lotería más famoso de este país, el que se celebra mañana día 22 de diciembre, lo anuncia un actor, del cual yo no sabía nada.
Sabía solamente que al menos en mí, conseguía captar toda mi atención. Cada vez que sale el anuncio en la tele, me quedo paralizada. Realmente no tiene nada especial, y al mismo tiempo supongo que lo tiene todo. Pero yo como digo, me quedo parada.
Es misterioso, atractivo, morboso, mágico.. No sé, pero a mi me gusta, y me gusta mucho.
Al parecer tiene prohibido las entrevistas, o anunciar otra cosa y cuando se pregunta por él, esto es lo que te responden: «Sentimos decirte que no podemos facilitarte más datos sobre el protagonista. Este personaje representa el espíritu de la Lotería de Navidad y, por lo tanto, su imagen es la de un ser carismático, mágico, envuelto en misterio… No podemos romper toda esa magia». Supongo que con todo eso que le ponen, consiguen lo que pretenden, y es que todo el mundo conozca a este personaje. Solo sabemos que se llama Clive Arrindell.
De momento dicen que este año, cada españolito de a pie, ha gastado una media de 140€ en números para el sorteo. Yo no he gastado nada, así que ya saben alguien por ahí ha gastado más de la cuenta. Aunque como estamos en Navidad y todo eso, la gente se vuelve generosa, y algún númerito sí que tengo.
Y hoy al igual que ayer, sigue lloviendo. Y por primera vez, estoy alegre por ello.
Ayer caminé bajo la lluvia durante más de media hora. Y me pareció que me llené de vida. Al llegar a casa había un charco enorme en frente. No lo pude resistir, nadie me miraba, metí los pies dentro del charco y salté tres veces. Llegué a casa llena de agua pero feliz feliz!

Los amigos

Hay muchos tipos de amigos.
Están los de siempre, esos que no necesitas excusas para llamarlos; los que no andan con rodeos para decirte las cosas; los que al final si están; con los que no necesitas reunirte para ponerlos al día de lo que te acontece, porque lo viven contigo cada día. Esos amigos son como la familia que uno elige.
Están los amigos por fuerza; esos que se forman ante la soledad; ante la obligación de compartir determinadas cosas: estudios, aficiones, trabajos. Con los que se habla alguna vez o ninguna, cuando el nexo de unión se termina. Pero quedan los buenos momentos compartidos, los recuerdos.
Están los amigos de fiestas, que son esos a los que llamas cuando quieres pasarlo bien, cuando sales de marcha, de acampada o de botellón. No se tiene nada en común más que las ganas de fiesta.
Están los amigos a medias. Esos con los que se siente una gran complicidad, se tiene la certeza de la buena compenetración, la intuición de lo que puede estar por venir; pero que aún es pronto para poder admitirlo con firmeza porque el tiempo no te dio todas las respuestas.
Están los amigos frustrados. Son esos con lo que se siente buen rollito, buena vibra, pero que de repente desaparecen, sin motivos, sin explicaciones.. ya no están. Se siente que si las cosas hubieran sido diferentes, se podría haber compartido un montón de ratos, de charlas, de sonrisas, algunas lágrimas… más o menos todo. Pero por cuestiones que no llegas a entender esta posibilidad de amistad se frustra. Algunas veces es el tiempo que juega en contra, otras son los malos entendidos, las malas interpretaciones, no poner las cosas claras cuando llegan las dudas; la actuación de personas varias, que se encuentran ajenas a la posible unión que se está fraguando y que por cuestiones incomprensibles se oponen y luchan hasta hacer abortar lo que estaba por crecer.
Supongo que todos hemos tenido algunos de estos amigos.
Yo hoy, puedo contar con varios dentro de cada grupo. A los que tengo cerca, los quiero y puedo demostrárselo cuando compartimos cualquier cosita. A los que tengo lejos, los quiero también; los quiero en silencio, y me enfado con las circunstancias por no poder hacerles llegar lo que siento, lo que me acuerdo de ellos, y los abrazos que se me quedan colgados en el cuerpo sin tener donde llegar.

Empezamos bien

Son las 7:58 am. Hace exactamente 58 minutos que empecé a trabajar.
Y ya he tenido dos altercados.
Odio los lunes.
Odio tener que pelearme con la testosterona descontrolada de mis jefes, con sus necesidades de hacer las cosas porque sí, “porque a mi me sale de no se donde”.
¿Todavía no se dieron cuenta de que esa es la más estúpida de las razones?. ¿Que esos motivos son los que los han llevado a este punto donde todo es números rojos?.
Se hacen socios para hacer “algo importante que reporte beneficios” y una vez en el ajo, lo único importante es la competición ridícula de dejar constancia quién es más estúpido. Que según sus valores se mide en ver quien tiene más cojones…
Cuando es patente que ninguno de los dos tiene lo que hay que tener para sacar adelante una empresa como es debido, que no son los cojones lo que importa sino la inteligencia, y como digo, aquí ha quedado demostrado que ninguno de los dos la tiene.
Necesito que Kronos se alíe conmigo, y le de para adelante al reloj, quiero que ya sea viernes por la tarde y no tener que volver aquí hasta el año que viene. Espero que en una semana me de tiempo de hacerme una armadura contra golpes de testosterona y masculinidad en el más primitivo de su estado.

15 días – Amor

En el balance del año, el grupo del amor, se podría decir que es positivo, pero que además de positivo, este año ha dado beneficios.
El año ha estado lleno de encuentros, re-encuentros, algunos desencuentros, distancias, separaciones… volver, quedarse, no acomodarse e irse de nuevo.
Esta ha sido la tónica del año.
Me ha dado tiempo durante las ausencias, durante los períodos vacíos de físico, de conocerme, de estudiar concienzudamente mi corazoncito, dedicarle tiempo, entenderle..
Puedo decir, a finales de año, que por fin sé el tipo de relación que quiero, el que puedo tener. Se acabaron las historias para no dormir, para estar en continúo sin vivir, para estar preocupada por lo que (el que tengo en frente) puede creer, puede pensar, puede querer.
Ahora quiero como yo quiero, no como a los demás les gustaría que les quisiera. He dejado atrás todas las inseguridades ante otras personas (da igual el sexo), he dejado atrás la intolerancia, la necesidad de saber todo en todo momento.
He entendido que nacemos solos, y que probablemente moriremos solos. La única opción que tenemos, es buscar a una persona que te acompañe mientras estemos por aquí, que te haga más ligera la carga, que te haga reir, y que ante una mirada suya, tu sepas que todo está bien. Independientemente de que no coincidas con él en algunas formas de pensar, en el gusto por algunas cosas, en la manera de afrontar la vida. Todo eso es secundario, es salvable, siempre y cuando haya amor.
He descubierto lo importante que es la libertad de espacio, de movimiento, en la relación. La importancia de un abrazo, aunque no haya palabras; la necesidad de la comunicación, aunque sea breve, en forma de telegrama; la aceptación de la pareja, de su forma de ser, de su forma de pensar, la imposibilidad del cambio en él. Él es de una manera, y si no te gusta porque no se ajusta a la imagen que te has creado en tu cabeza, la que está mal eres tú, no él.
He comprobado que puedo estar sola, que no necesito un “marido full time”, más bien, que no puedo vivir con un “marido full time”. Que yo no soy una chica estándar “la de ven más pronto que me siento sola”.
Estos doce meses me han servido para todo esto. Mientras tanto, el aprendizaje ha estado acompañado por grandes abrazos, por besos largos, por algunas discusiones, por algunas desilusiones, por grandes momentos de complicidad.
Finalmente, hoy, pienso que la pareja es tu mejor amigo, y que si esto no es así, mejor es tener una buena lejión de amantes donde cada uno te proporcione cada cosa que necesites.

15 días – Dinero

En el balance del año, el grupo del dinero es positivo, con algunos detalles.
Dentro de este grupo, meto también el trabajo, porque sin trabajo, yo al menos no he encontrado la manera de hacer dinero.
El trabajo durante todo el año ha sido estable. El primer semestre del año, tuve mucho trabajo, lo que reportó aumentos en mi cuenta corriente, aunque estuve escasa de tiempo para mí, para el ocio, que tanto me gusta. Esto me permitió saltar el charco, y pisar los EEUU. Fue un viaje interesantísimo, tanto que este año que entra estoy decidida a repetirlo.
También he hecho otros viajes con las colegas de akelarres.
La segunda parte del año fue más leve en cuanto al trabajo, lo que me ha dado la posibilidad de seguir en mi empeño con la formación para poder acceder a otros puestos de trabajo donde el aprendizaje continúe.
Quizás ese sea el único “pero” al puesto en el que me encuentro: que ya no voy a aprender más, ya no puedo seguir promocionando. Por eso el próximo año, me plantearé seriamente cambiar.
Los gastos han sido cuantiosos, debido a la compra de la casa, principalmente. Pero aún así, han sido necesarios.
De modo que para el año que entra no me resta más que seguir trabajando para poder permitirme lo mismo que este.

15 días – Salud

Quedan 15 días solamente para que acabe el año.
Y me parece que va llegando la hora de que empiece a hacer el inevitable balance de año.
El balance del año es positivo.
Se pueden hacer tres grupos, como cuando te echan las cartas: la salud, el dinero y el amor.
En el grupo de la salud, también tengo un resultado positivo.
Tengo el alta médica, de un fantasma que me acompañaba desde hace años. Ya se ha ido de mi lado, y por fin empiezo a recuperar el sabor de las comidas, los olores, el apetito. La satisfación de un plato bien guisado. El deseo por comer algo, de repente.
He vuelto a cocinar para mí solamente, y he disfrutado haciéndolo.
Mi cuerpo agradece que le vuelva a tratar bien, y me premia mostrándome una imagen de mí que antes era incapaz de ver. Mi mente, por fin, también tiene el alta médica, y ya no me tortura con cosas que no son, con cosas que no están. Ya no me dan miedo los espejos.
Durante los últimos meses, he tenido que ir despertando algunos órganos que se hallaban dormidos, y en eso estoy en los últimos días. Veremos si el 2006 es el despertar definitivo de todo mi cuerpo.

Los vapores

Estos días aprovechando que tengo al primer invitado en mi nueva casa, estoy intentando lucirme con las artes culinarias (que tenía ciertamente abandonadas). He preparado cuidadosamente los menús, hice las compras pertinentes, y ya hace dos días que cocino. Estoy estrenando la cocina realmente.
Ayer el menú (que comeremos hoy) era ensalada de arroz y sopa de marisco.
Me di a la labor, disfrutando de nuevo de lo que es andar entre pucheros.
Al terminar de cocinar, me preparé un sandwich, un vaso de leche y me fui a ver “Motivos Personales”.
Justo cuando estaba lista para dar el primer bocado… ding dong…
Era mi nueva vecina, la del 3º Dcha. Noté cierto nerviosismo en sus manos.. ¿Estas cocinando?, fue su pregunta. Imaginen mi respuesta: No, acabo de terminar.
Al parecer los vapores de mis guisos se cuelan (no sé cómo) por su cocina, de forma que cada vez que enciendo un fuego ella lo nota.
La cuestión es: ¿Para qué me lo dice a mí?. ¿Por qué no habla directamente con el constructor?
Las posibles respuestas pueden ser:
1º que mi comida huela tan bien que quiera que la invite. La verdad, no me agrada nada que todo el edificio sepa qué y cuándo estoy cocinando.
2º quiere averiguar quién cocina exactamente para poder ver cómo se cuelan los vapores.
3º le molesta considerablemente, y de forma (no tan sutil) me pide que no cocine…
Como la respuesta correcta sea la última.. va lista, cuando vea/huela que esta noche voy a hacer coliflor al horno.