Que dicen que ya llegó la primavera. Y por una vez, puede que sea verdad. Llueve, al poco rato sol, vuelve a nublarse, viento, otra vez sol.. Y así todo el día. Así que sí, primavera en estado puro.
Aunque Emma no está en absoluto de acuerdo en que haya cambiado la estación. En su corta vida, ya ha asociado, erróneamente, la primavera con sol, flores, y pajaritos cantando. Pero la realidad es que la primavera suele ser lluviosa, variable, y el infierno de los alérgicos como yo. Supongo que ella ayer esperaba un escenario totalmente distinto al que ha encontrado, que se parece misteriosamente al de antes de ayer, cuando seguía siendo invierno. Tardará unos cuantos años en aprender el sutil cambio de las estaciones.
Lo de la lluvia no me importaría tanto, si al menos dejara de hacer frío. Yo ya no sé qué hacer para paliarlo. La única y más eficiente manera que tengo es encender el horno. RobinFood el viernes nos dio una estupenda excusa para hacerlo.
Amasé anoche, dejé toda la noche en la nevera, y esta mañana formé y horneé. A estas alturas del día, ya nos hemos comido uno entero.
La magia del pan. Lo habré dicho mil veces, así que esta será la mil y una, hacer pan, es la manera más sencilla de alcanzar satisfacción interior y de sentir la magia.
Y mientras el horno hace su trabajo, mis manos se dan al suyo. Hace ya algún tiempo, que cuando me entran ganas de coger el ganchillo, me pongo a hacer grannies con los restos de la lana de calcetines que tengo. Así mato dos pájaros de un tiro. Terminaré esta manta para el 2020 al ritmo que voy, pero tampoco es que me importe mucho. Más o menos la terminaré al mismo tiempo que termine de ver Amar en tiempos revueltos. Ya puedo afirmar que estoy enganchada a una telenovela. Y todo iba bien estos días, hasta ayer, que estaba en el momento más interesante del culebrón y el iPad decidió que ya no reproduciría ni un solo capítulo más. No sé qué es lo que le pasó. En el ordenador puedo verlos sin problema, y en el teléfono también. Estuve trasteando un poco en los ajustes, pero nada, no hay manera. Y yo necesito mi dosis de melodrama! Menos mal que mi fiel teléfono no me deja en la estacada.
Cuando empezó el año, me propuse hacer un par de calcetines al mes, y un esquema (de los muchos que guardo) de punto de cruz. De momento voy cumpliendo con ambos propósitos, aunque este mes se me ha hecho un poco tarde para empezar el punto de cruz. Es sencillo, así que confío terminarlo en un rato. Emma y yo hemos estado negociando durante más de media hora, la película que vamos a ver esta sobremesa. Ella dice que Frozen, yo digo que cualquiera menos esa. Así que nada, me voy camino del sillón entonando el love is an open door. Está visto que aún le quedan muchas cosas por aprender, pero negociar no es una de ellas.
Así que así va nuestro domingo, entre panes, hilos y grannies… y Frozen. En estos días en que se ha puesto tan de moda lo de las etiquetas, lo que viene siendo slow life, o simple life,.. happy life, simplemente.
Uys, "Amar en tiempos revueltos"… Qué cantidad de recuerdos. Yo me lo vi entero en mis largas esperas hospitalarias hace 5 años. Ahora lo he dejado de ver, no me gusta el rumbo que le han dado al cambiar de cadena. Y supongo que también influye que lo asocio a aquellas horas muertas en las que poco más podía hacer.
Dos años viendo Frozen? Debes ser muy, muy buena… A mi ya se me hubiera roto el dvd o lo que sea por algún afortunado accidente….
Y ese pan tiene muy buena pinta
La primavera también nos está maltratando un poco por aquí. Lleva casi una semana lloviendo sin parar, con lo poco que llueve en Madrid.
Yo estuve enganchada a esa serie hace un par de años, pero la dejé en la segunda temporada, creo recordar.
Emma va a ser un poco como yo. Llevo cerca de un año escuchando un recopilatorio de David Bowie non stop 😉
Que buena pinta tiene ese pan, mmmmmmm
Yo sigo enganchado a AETR, ahora en Antena 3, cada dia grabado y visto luego merendando.
Respecto al pan es algo que no me motiva lo más mínimo, suele ocurrir cuando te pasas parte de tu adolescencia ayudando a tu padre que es panadero profesional y te hartas de hacer barras, bocadillos, baguettes, cocas, croissants, ensaimadas, bollos, roscones en Reyes, monas en Pascua y doscientas cincuenta y cuatro variantes más que se te ocurran de pan y derivados.
Los hijos y las negociaciones, tranquila, son etapas, me han dicho que se solucionan…. nunca.
Me ha pasado lo mismo. Y he visto que puedo volver a verla en el Ipad, ¡a partir del capitulo 56 de la sexta temporada!!! ni idea de porqué se dejó de ver.