Después de pensarlo mucho, hacer simulacros en casa y más de una reunión… ha llegado el momento.
Mañana me estreno como monitora de patchwork. No voy a mentirle a nadie: estoy nerviosa. He tenido un montón de tiempo para ir haciéndome a la idea, porque desde que me decidí hasta ahora han pasado al menos cuatro meses, pero uno nunca se conciencia de ello hasta que el momento llega.
Espero encontrar a unas cuantas señoras dispuestas a coser y a aprender. A dejarse llevar por mis consejos, y a querer seguir viniendo, más que nada porque si no hay un mínimo de ocho personas, me cierran el taller. Cosa, que la verdad, me vendría muy mal para mi economía y para mi persona: si después de pensarlo tanto se va a la porra, pues ya me dirán ustedes. La confianza en mí misma y todo eso se irán lejos como mis futuras alumnas, seguramente con ellas a pasar el rato, sin coser, por supuesto.
Me voy a comprobar que lo tengo todo a punto, los esquemas, las fotos, el material….¡ay! sí, y mi seguridad… ¿dónde la habré puesto?, seguro está entre tanto retal…
Ya les contaré. Si no aparezco más por aquí, imagínense…..