Después de tres semanas en este lugar, he pasado un fin de semana en mi casa, en donde siento mi hogar.
La travesía en barco fue agradable; Trufo se portó muy bien… y yo no logré quedarme dormida, pero pude leer mucho de un libro que encuentro revelador en estos precisos momentos en los que se desarrolla mi vida.
Desembarqué sin novedad, y según tomé la carretera que debía llevarme de regreso a casa, pude advertir los primeros y más mínimos detalles del cambio. Nuestra alcaldesa con su equipo de concejales… han decidido colocar una serie de carteles luminosos a lo largo de toda la autovía. El primero advertía del peligro de la combinación entre el alcohol y el coche (muy acertado este mensaje en estas noches de verano); el segundo decía simplemente: lo importante es volver.
Fue como si un mensaje del mismo Dios me hubiera llegado. Era como si me hablara una voz del más allá. Alguien que supiera exactamente por el trance por el que paso.
Puede que sea simplemente casualidad, pero ¿por qué he de conformarme con esta explicación?. La vida está llena de señales, y esta era directamente para mí. ¿Qué importa el tiempo que pase fuera?…. Lo importante, siempre, será volver.
Eso es cierto, “lo importante es volver”, hay quien nunca quiere volver al lugar que le vio nacer. Pero, por lo menos en mi caso, además de volver debería mandar muchas más señales cuando esté fuera. Un abrazo muy grande, te quiero mucho. La “viajera”.