Llevo dos días escuchando la misma frase: “no te entiendo, como puedes cambiar de parecer tan rápidamente, en unas horas”.
Y la verdad, ya me canso. No me siento con ganas de explicar que no soy un ser unipersonal. En mi cuerpo habitan dos violetas, que a veces están de acuerdo, pero que la mayoría del tiempo se pelean por prevalecer la una sobre la otra. Son como dos mellizas, unidas por un cuerpo, pero con dos cerebros para pensar y dos corazones para sentir. Así, ante una misma situación una puede sentir dolor y la otra sufrir un ataque de ira. Han de pasar unos segundos para que el cerebro central verifique qué sensación es la más intensa. Yo creo que es fácil de entender, y me parece mucho más original que el resto de la gente, soy rara, distinta, especial….me da igual. Creo que hay doctores que hasta le han puesto nombre: trastorno bipolar, le dicen. El nombre supongo que es lo de menos, la realidad es que soy dos, y esto al parecer a todo el mundo no le gusta ni lo entiende. Pero aún así, yo seguiré siendo dos violetas encerradas en un cuerpo con el que tampoco estoy contenta, ni yo ni ellas. Un momento, yo, ellas… ¿cuál de las dos soy yo?. Claro, yo soy las dos, soy una, soy la que al final prevalece.
Hola bruja sin escoba,
¡¡me has hablado del alma!!