Tener una excusa, como que es el día del Libro, para ir a la librería del pueblo y darle brillo a la tarjeta, es uno de esos pequeños actos que reportan satisfacción de liberación lenta.
Es decir, te sientes bien durante días, o meses.
Desde que tengo el kindle acumulo menos volúmenes en papel, o eso es lo que yo pretendía. Pero no está muy clara la cosa, ahora que he descubierto que los libros infantiles tienen tan buenas ilustraciones, y que a Emma le vuelve tan loca como a mi, coger un libro nuevo y perderse entre sus páginas.
Estos días, Emma ha empezado a leer. Todavía no ha aprendido todas las letras del abecedario, aunque sí algunas: “m, t, n, p, y l”. Con estas cinco letras y las vocales, es capaz de leer: mama, patinete, tomate, moto, pito, pataleta… Palabras muy necesarias, todas.
Sería difícil explicar lo que siento cada vez que la veo unir las letras y ver la cara de sorpresa y emoción cuando las sílabas que va uniendo tienen algún sentido para ella.
Estos son los libros que hemos comprado este año, todos.. anota bien, todos son necesarios.
El primero es para mí, y es un libro maravilloso, no sé qué haces leyendo aquí todavía en lugar de salir corriendo a comprarlo.
Los demás estaban en nuestra lista de deseos desde hace tiempo, y encontrarlos aquí en nuestra librería ha sido una emoción total.
He conseguido hacer fan de Alicia a Emma, y qué te voy a decir, no puedo estar más contenta.
De paso, he comprado unas cosillas, a ver si aprendo a carvar sellos, y unas pegatinas para hacer la agenda más bonita.
Me has creado necesidades y ya he pecado!!! no se si mi cartera aún estará llena para el fin de semana ;)))))