Me da pena ver cómo personas que creí conocidas no tienen la valentía que les imaginé.
Se esconden tras vasos de ron, y no afrontan lo que les pasa.
No sé si lo siento más por ellos o por mi. Puede que sea una tremenda egoísta, y la tristeza que siento no es más que desilusión por no encontrar lo que creí que había en su interior. Si fuera una buena persona estaría triste porque esas personas están malgastando la vida, metiéndose en caminos sin salida, caminos que solo llevan a una mañana de resaca y a la acumulación de frustraciones para el día siguiente. Pero no, yo siento rabia por haber depositado mi confianza en gente que no la merecía. Definitivamente además de ser egoista soy una soberbia…
Pero, ¿que se podría esperar, soy una bruja, no?
no creo que seas tan egoista violeta… una persona que sabe amar no es tan egoista.
mi brujita animo, a veces confiamos en la gente que nos va a defraudar pero ni hablar ya le dimos nuestra confianza 😀
te mando un abrazo y feliz fin de semana porque como son días patrios en méxico pues ya empieza el descanso desde hoy 😀 saludos!!
El alcohol, en árabe, “diablo” a dosis adecuadas, es una terapia mágica que posibilita ver la realidad de otra forma, que permite acercarse a una mujer y decirle lo que sereno no podrías decirle.
El problema, cuando dependes del diablo para vivir, para decirle a una mujer o un hombre lo que significas.
Brujita, chubicena.
En el camino al Valle de Agaete, hay una zona se llama “Las Chubicenas” eran las antiguas brujas. El camino al Valle de Agaete, es un poco extraño porque aún se pueden ver, si caminas sola, de noche, y a oscuras, cómo aparecen y desaparecen imágenes ancestrales que se quedaron atrapadas en la tierra y pegadas en el aire.
Dale recuerdos a Fuerteventura.
Soy el Regalo del Sol de la Ciudad de Rodrigo.