Hacía mil años que tenía este patrón en mi lista de pendientes. Y este verano me pareció el momento oportuno para meterlo en las agujas. No tomé notas (sigo sin aprender) de lo que fui haciendo.
Como siempre, en este modo que tengo de tejer in my own way,.. me da algunos quebraderos de cabeza. El hilo que yo elegí (algodón de katia) no se correspondía con el recomendado por el patrón, por consiguiente, las agujas tampoco. Y si a eso le añades que las niñas para las que teje la diseñadora son bastante más grandes que la niña para la que tejo yo.. En fin, un batiburrillo bien interesante para lograr desquiciar a cualquiera. A cualquiera que no sea yo, claro está. Porque ¿por qué iba yo a ponerme a tejer algo siguiendo un patrón al pie de la letra?. Eso no es emocionante..
Así, me encuentro que tengo que ir reformando el patrón a medida que voy tejiendo, para ir encajándoselo al cuerpito de MiMariposita.
La cosa es que ni tan mal. Cuando había alcanzado la medida del largo que ya me estaba bien, me di cuenta de que el escote era enorme, pero nada que una cuantas disminuciones repartidas no pudieran solucionar. Total, que nos quedó una camisita de verano la mar de apañada, que Emma ha usado bastante.
Estando en MiNorte, nos dimos un paseo con ella, y llegamos a la fantabulosa tienda de La Tía Itxi, sitio que no puedes perderte si estás por esos lares. Itxi es amable, simpática, y la tía que todos los niños quieren tener.. No sé cuantas veces estuvimos por allí a saludarla durante nuestras vacaciones. Qué fácil pegar la hebra y que pase el tiempo. Qué bueno que haya gente valiente como Itxi, que crea en su proyecto y se tire a la piscina (tal como está el patio) y tire para adelante con sus ideas.
En la tienda hay muchas cosas maravillosas que hacen las delicias de los peques y de las madres, no vamos a engañar a nadie, en este punto de la vida. Emma, que está atravesando una época Sylvanian, casi hiperventila cuando vio una estantería llenita de Sylvanian.
Yo me enamoré de las botas de agua, de las camisas de rayas, y de las pulseras de cuero.
Ay dios mío!!!
Pero que grande está ya… ya mismo es una adolescente 🙂
Mil besitos a las dos 🙂
Cuando pones alguna foto del Suzuki ya no me concentro en la lectura del post, me castigas psicológicamente, un día de estos me planto allí con una oferta, al tiempo…
Ayyy todo es precioso pero lo que más me gusta es el Suzuki verde del abuelo 🙂