Estas semanas he tenido un encontronazo con un libro. “El pan de la guerra”. En su trasera pone: A partir de 12 años.Es el libro que han obligado a leer a mi hermana pequeña en el colegio. No había manera de que lo acabara, así que lo he leído yo para saber el por que. En cuanto lo leí, quedé horrorizada. Es un libro durísimo sobre la guerra de los talibanes. Por supuesto del todo inapropiado para una niña de 12 años. Hay frases como: “los sables cayeron sobre las manos de los ladrones y la sangre brotó por todos lados, salpicándolo todo”; o “venderemos huesos que sacaremos del cementerio, así que a cavar”. Lo único que veo apto para una niña de 12 años, es que el libro tiene 150 páginas y que la protagonista tiene la misma edad. Si la finalidad de obligar a leer a esta edad es fomentar la lectura, con este libro se garantizan lo contrario. Yo, desde luego no volvería a coger un libro por si acaso.Me parece que para ver y descubrir este tipo de cosas siempre hay tiempo. La vida son muchas cosas y cada una debe vivirse a la edad correspondiente, vamos, creo yo.Mi enfado era tan grande al terminar la dichosa lectura, que me fui corriendo a ver a la profesora que había recomendado semejante cosa. Su respuesta fue: ” La verdad es que es un poco duro… errores los cometemos todos… uno llega de novato…”.Bien, pues el problema es que el error lo van a pagar niños de 12 años que son nuestro futuro. ¿Qué futuro estamos haciendo, si les enseñamos a correr antes de que se pongan de pie?. Si a los 12 les quitamos las ilusiones y la inocencia, ¿Cómo no vamos a ver normal que los psicólogos no tengan paro?. No sé a donde vamos, pero creo que por este camino, yo no voy más.