Hoy estamos celebrando el día de Canarias, y desde anoche se oyen isas y polcas con más frecuencia y volumen de lo normal. Un día vamos a tener que hablar de “lo normal”.
Porque lo normal en el coche de mi padre es oír siempre folklore canario, en el mío no, claro.
Entonces lo normal hoy, es que toda la música que se oye por las esquinas sean isas y seguidillas.
Y en las casas, se come hoy sancocho, o puchero, o costillas con papas y piñas; o si vas deprisa, un bocadillo de chorizo de Teror con un trozo de queso tierno.. Y se bebe clípper de fresa, y de postre frangollo.
Y anoche aquí se montó un fiestón. Y todo el mundo se atavió con sus ropas de “canario”, y cargados con cestas con huevos duros, papas arrugadas y mojo, se fueron al Baile de Taifas, y allí se dieron a la comida y a los quintillos. Y seguro, que casi todos se “echaron una pieza” con quien se le puso al lado. Y cada tanto, en la radio, suena esta canción. Pues eso, que con lo poco que nos cuesta aquí hacer una parranda, imagínate una fiesta donde se ensalce todo lo canario, vamos, es la fiesta del año, si me apuras.
Emma ayer se vistió de canaria para su cole, y jugaron al palo, y vieron lucha canaria, y comieron pellas de gofio. Así que ella tuvo ayer su día canario. Cuando le dije que por la noche nos volvíamos a poner los trajes y salíamos al baile, me dijo, literal: ni de broma.
Así que ni baile, ni piezas, ni papas compartidas. Nos quedamos en casa. Y hoy pues tampoco estábamos más canarias que otro día. Iba a contribuir con la música, por ambientarnos y eso, pero los vecinos se han encargado de ello. Han torturado ambientado al barrio completo.
Total, nos hemos quedado en casa, pintando, ganchilleando y cocinando.
Otra vez una caja de restos, y una manta a largo plazo. Esta vez, son restos de los ovillos de lana de calcetines. Durante un tiempo hacía los calcetines a media pierna, y me sobraba bastante del ovillo, casi como para hacer otro calcetín. Así que cuando fui cogiendo más práctica, fui alargando los calcetines, hasta casi convertirlos en medias, y no sobrándome más de un metro de lana. Pero de esos restos, fui haciendo mini granny squares. A día de hoy tengo 159 cuadraditos. Muy variados, y sin idea clara de cómo los voy a unir entre ellos. Eso será algo que resuelva la Violeta del futuro.
Y en lo que a la cocina se refiere, pues muy canarias, no estábamos. Hacía tiempo que le oigo a mi prima decir que ella las judías compuestas las hace con atún, en lugar de chorizo o bacon. Y yo que en cuanto a cocina se refiere, todo me gusta probarlo, pues allí que me he puesto hoy. Y tengo que decir, que a partir de ahora mis moros y cristianos van a ser siempre con atún. Qué ricas, y mucho menos pesadas.
Y ya de postre, brownie, con ésta receta. Y sí, es la-receta. Directa a mi libreta. Me estoy sintiendo como casi siempre, desubicada. Todo el personal comiendo bienmesabe, y yo tirando a los internacionalismos.
Venga va, sube los altavoces, que vamos a ponernos un poco en situación.
Bueno, no siempre hay que hacer lo que haga todo el mundo, yo creo que nunca me he vestido con el traje regional.
Porfa, pon la receta de las alubias con atún o el link, a ver si así consigo variar un poco el menú a mis hijos…
Madre mía lo que te cunde a ti un día!
Muchas gracias por la receta 🙂 ya te contaré si tiene éxito con mis pequeños no-comedores.