Me gusta mucho Ben Harper. Mucho. Tanto como para escuchar toda su discografía en bucle durante semanas.
Lleva casi 10 años acompañándome, y aunque la banda sonora de mi vida es muy variada y diversa, los momentos clave tienen música de Ben.
Sus canciones tienen un algo, que no sé cómo describir, que me dan seguridad. En cierta manera, se han convertido en faro. Son ese abrazo que no tengo, que me dice en las situaciones delicadas, que no me preocupe, que todo va a salir bien. Creo que quiero un poco a Ben por tener este poder sobre mí.
Hace una semana que he descubierto su último trabajo.
Y vaya, lo ha vuelto a hacer.
Este último disco, es un trabajo a medias con su madre. Con temas compuestos e interpretados por los dos. Mi preferido es “A house is a home”.
Estos días ando de trabajo interior, cuestionando los caminos que me han traído hasta aquí, y en cómo serán los próximos que transite. Y por encima de todos esos caminos, mi prioridad es Emma. En su vida, quiero tener la posición que Ben tiene en la mía. Quiero darle la seguridad y la fuerza necesaria, para que no se olvide nunca de que todo va a estar bien. Creo que de momento he conseguido lo que dice la canción, y ya es un paso hacia este objetivo.
a house is a home even when it’s dark
even when the grass is overgrown in the yard
even when the dog is too old to bark
and when you’re sitting at the table trying not to starve
a house is a home
even when we’ve up and gone
even when you’re there alone
a house is a home
a house is a home even when there’s ghosts
even when you gotta run from the ones who love you most
screen door’s broken paint’s peeling from the wood
locals whisper when they gonna leave the neighborhood
a house is a home where the chores are never done
where you spend your whole life running to and from
and if the life that you live is not the life you choose
make your child a home and start a new
Navegando un poco más por la red, me he encontrado este fantástico mini documental, de Ben con su madre, sobre éste disco. Me ha parecido precioso. Y me doy cuenta de que las cosas, todas, marcan. Es decir, Ben Harper es la cuarta generación que trabajó y pasó su infancia en una tienda de instrumentos. En su familia se vive la música desde la raíz. No parece nada extraño que hoy en día él haya llegado a ser quien es. Sin embargo, hay otra cosa que me llama la atención. Si su madre hubiera vivido la música de manera “obligatoria”, no le hubiera puesto la pasión necesaria para transmitírsela a su hijo… Y puede que entonces, hoy yo, no estaría disfrutando de estas magníficas canciones. Me doy cuenta de que no es sólo lo que haces o lo que vives. Si no lo haces o lo vives con pasión, tu no disfrutarás de ello, y los demás tampoco. La pasión en lo que haces marca la diferencia.
Es curioso las cosas que se descubren con la música. Siempre me ha parecido que la música es el camino más corto a las sensaciones, a los sentimientos. Se sienten infinitas cosas con la música. Y no hace falta dedicarse a ella profesionalmente para poder disfrutarla. Y una vez más, Ben, es el faro que me guía en este camino de introspección en el que voy avanzando.
Lo escucho alguna vez, a mi también me gusta mucho, tiene unas letras y música muuuy bonitas.
Besos!!!
me encantan tus textos