Estoy agotada. Agotada total.
Así que esta mañana mientras intentaba resolver un cálculo lumínico, me he mirado los pies, y he pensado que esta situación era totalmente absurda.
Sentarme aquí tota la mañana, viendo las horas pasar, intentando resolver algo que normalmente logro hacer en menos de una hora, y no conseguirlo, pasadas las dos horas.
Es el momento de hacerle caso a lo que mi cabeza trata de decirme. Se acabó.
Me voy de vacaciones.
Más o menos ese fue el diálogo que se mantuvo en mi cabeza.
Y de pronto me sentí totalmente liberada. Contenta, como si fuera un viernes a las tres.
He tardado dos segundos en ponerme en modo vacaciones, montar un par de labores en las agujas, servirme un café de un litro en mi taza borracha, calzarme mis nuevas Birkens, y salir corriendo al Charco.
Todas las vacaciones deberían empezar así.
Llegar al Charco, es terapéutico, debo de haberlo dicho esto mil y una veces.
Así que voy a ir poniendo a enfriar los quintos y a llenar la nevera de gildas. Y a disfrutar de estas tan necesitadas vacaciones.
Y es que no hay nada como unas pequeñas vacacines para hacer cosas distintas y romper con la rutina. Cuando vuelvas todo habrá cambiado de persoectiva y comenzarás una nueva rutina con ganas y humor.
Besos!!!
Hoy termina mi primera semana de vacas. Te he dicho que el papá de J se ha ido una semanita? Tenemos que hablar…
Ya verás lo bien que te sienta estar en la playa… tumbada… sin hacer nada… En fin, quiero decir, en la playa jugando en la arena todo el rato…
Por cierto… que taza más chula… 😉
Por cierto, estoy por comprarme unas de esas… me las recomiendas?? Cómodas a más no poder?? (no siempre se puede ir en tacones…)
Hazme un sitio en el Charco que me vengo, que estoy con la presión por los suelos y asi no se puede trabajar.