Hoy es mi último día con 47 años.
Todavía recuerdo aquellos años en que, llegada esta fecha, activaba el modo mejillón máxima seguridad. Me aislaba y me encerraba en una concha impenetrable.
Afortunadamente, la vida es otra ahora, y aunque sigo siendo una persona a la que no le encantan las aglomeraciones de gente y la algarabía, ahora sí que disfruto de la celebración.
Me acerco rápidamente a la mitad de siglo. Madre mía, da igual todo, ya soy una Señora. No tengo canas, pero calzo 25 años en cada pie, y poca broma con eso amigas.
Desde hace unos cuantos años, los días antes de mi cumple, hago una lista de tantos deseos como años cumplo. He decidido que esa lista va a parar en los 50. Va a parar de crecer en deseos, no es que vaya a dejar de hacerla. Nada que ver.
Me encanta hacer listas, nada nuevo para los que llevan tiempo por aquí. Es más, en este blog, durante algunos años, esa lista fue pública y cada vez que tachaba alguno de los deseos, venía a contarlo por aquí.
Se me ocurre, que en algún momento, voy a venir por aquí con mucho tiempo y ganas, y voy a sacar algunos de los posts que he hecho durante estos 19 años, y los voy a juntar todos, con notas.
Mira, este va a ser el deseo 18 de este año. Sería una buena forma de celebrar los 20 años del blog.
En mi lista hay cosas muy variadas. Desde hace unos cuantos años, la lista la encabeza la salud. Como no podía ser de otra manera. Y luego hay desde hábitos que quiero mantener (yoga, meditar, entrenar…) a cosas que quiero vivir (cafés con conversaciones nutritivas, amaneceres, atardeceres, el baño del verano…) Y por supuesto, algunas cosas que me quiero agenciar, como unas nuevas birkens, una kitchen aid… Y otros super ambiciosos porque involucran a otros (ver a John con mi eterno-novio americano, o comer riquísimo mientras charlamos sin parar, con mi esposa)
La lista me sirve para enfocarme en lo que quiero vivir, para agradecer lo que voy viviendo, y para poner un poco de orden cuando me pongo entrópica entre proyectos, ideas y objetivos.
De momento, pretendo vivir… cosa que para la Violeta que lleva por aquí casi 20 años, es ya un gran logro.