Siempre están ahí

Uno se cree
que las mató el tiempo y la ausencia.
Pero su tren
vendió boleto de ida y vuelta.
Son aquellas pequeñas cosas,
que nos dejó un tiempo de rosas
en un rincón,
en un papel o
en un cajón.
Como un ladrón
te acechan detrás de la puerta.
Te tienen tan
a su merced
como hojas muertas
que el viento arrastra allá o aquí,
que te sonríen tristes y
nos hacen que
lloremos cuando nadie nos ve.

Aquellas pequeñas cosas/J.M.Serrat
Siempre están ahí, y cuando menos te lo esperan te asaltan. Las lágrimas, que no se controlan, son la úncicas que entienden lo que te produce este ladrón que te acecha detrás de la puerta, que te roba o te da según se le antoje.
Díficil de controlar, agradable/desagradable de sentir.

Un comentario en “Siempre están ahí”

  1. Yo llevo un tiempo tan sensible que se me escapan las lágrimas aún cuando la gente me vé. Mi madre tiene tremendas peléas conmigo diciendo que si me he vuelto tonta, pero yo no lo puedo evitar :S

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *