No subestimes el poder de un mecánico

Hace siete años que conduzco como una flecha mi querido coche. De él he hablado aquí y aquí .
Me ha dado pocos disgustos, y muchos kilómetros a la espalda.
Respondió muy bien cuando un desaprensivo se saltó un stop y me empotró en una casa, y también se portó muy bien en dos años de conducciones por las autopistas grancanarias.
Y desde hace unos meses, notaba yo que no era el mismo. La cosa se puso muy seria cuando camino de Costa Calma, con unos 40º fuera del mismo, quise adelantar a un coche de licencia y por mucho que apreté el acelerador, no subió de 2.500rpm y no alcanzó más allá de los 80km/h.
Este no era mi coche, que apenas rozaba el acelerador se lanzaba como un rayo.
Entonces llegó ElPatrón, y me convenció de que era urgente pasar por el taller.
Y llegas allí, con las manos temblorosas, pensando más en el importe de la factura que tendrás que abonar que en el problema en sí.
Ahora los mecánicos no abren el capó, ni pegan la oreja al motor, ni toquetean por aquí y por allá. Ahora es todo mucho más rápido. Conectan a tu coche un ordenador, dan contacto a la llave, y el ordenador empieza a volverse loco, a enseñar lucecitas por todos lados, a emitir pitiditos…
Yo cada vez más nerviosa sin saber muy bien dónde ponerme.
Ocho fallos de motor, O-CHO..
Los ojos inquisitivos del mecánico mirándome como si le debiera algo antes de empezar a hablar, son algo que me va a costar olvidar. Detrás de esa mirada, vino el dedo acusador, y la retahílas de: este coche no se puede tratar así, esto es un buen coche que no está siendo cuidado y bla bla bla..
Yo a estas alturas del diagnóstico, estaba pegadita al suelo pidiendo perdón, y hablándole muy bajito, le pedí un presupuesto, acompañándolo de muchos porfavores.. Un pastizal, el presupuesto de la reparación de las ocho averías era un pastizal.
Dudé un momento, y le pedí la llave para irme a casa y meterme en la cama a pensar cómo solucionar la papeleta. Y es entonces cuando el mecánico me miró, entrecerrando mucho el ojo derecho, y diciéndome: quieres ver lo que le pasó a un coche exactamente igual que el tuyo con el mismo problema?? y cuánto le va a costar ahora al dueño arreglarlo?… Acompáñame… Pero yo que tú, no movería este coche de aquí, a no ser que se le arreglen las ocho averías…
Y fui y miré el otro coche, y ahí estaba todo lleno de mugre, y grasa, y tornillos rotos, y camisas rayadas, y pistones partidos…
Así las cosas, no me quedó más remedio que irme a casa andando, y decirle adiós a mi coche, hasta nuevo aviso, porque cuando un mecánico te dice que no muevas el coche, tu le haces caso.
Me lo han devuelto esta semana, arregladito, con su motor que hace suavemente bruuumm brummm, que acelera que es un peligro, y con el motor perfectamente limpito, tanto, que se puede comer en él.
Y a esto me he dedicado estos días sin coche, a cocinar, y a recrearme en los últimos platos con melón y sandía… Y además me he tomado unos vinos, que me han sabido a gloria bendita. Ha sido la única forma que he encontrado de olvidar la mirada acusadora e inquisitiva de mi mecánico.

5 opiniones en “No subestimes el poder de un mecánico”

  1. hay Colegui, que creo que mi coche lleva el mismo camino que el tuyo!!! antes de coger el avión he recibido una llamada que me ha notificado que mi coche no anda!!!!!!!!!!! :-((((

  2. Estas cosas son así, casi nada es para siempre y los coches es algo que tarde o temprano tenemos que cambiar, nuestro coche familiar nos gasto una de estas malas pasadas tres o cuatro veces hasta que decidimos cambiarlo.
    Solemos cuidar mucho los coches, en 40 años hemos tenido 4 incluyendo el que tenemos ahora, así que bueno…
    Lo importante es que no has tenido ningún percance y dentro de unos meses te servirá de anécdota.

    Mil besos 🙂

  3. Mucho me temo que a mi me va a pasar algo parecido ¡, sólo que en lugar del mecánico el que me va a mirar con cara de "hacía meses que deberías haber venido" va ser el dentista!

  4. Me perdí el post de abajo, que veo que hay un plato de tunos (mis favoritos son los blancos y ahora mismo me tiro a leer el post!)

    El tema de los mecánicos… No soy objetiva.
    Mi padre es mecánico, tiene un taller y varios trabajadores, la gente los teme, porque sí, he visto cobrar cantidades ingentes de dinero. Pero no hay trampa ni cartón, me he pasado veranos trabajando en su oficina y todo está milimétricamente presupuestado en tiempos que ya vienen prediseñados (vamos, que tú metes el modelo, marca, matricula y demás datos del coche, le metes lo que le hiciste y te da el tiempo de reparación, aunque el mecánico haya tardado el doble no puedes poner más de lo que viene de "arriba")

    Y para las personas (lo he sufrido en mis propias carnes, con más de 10 llamadas al día) los coches son básicos en su día a día.

    Eso sí, y totalmente objetivo te lo digo, en el mecánico como en el zapatero, sabes cuando entras pero nunca cuando sales con los zapatos arreglados!

    Y con esta defensa mecánicamente hablando voy a leer lo de abajo!

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